España tropieza con Alemania y cae en cuartos

La esperanza se ha esfumado prematuramente y las opciones de medalla de la selección masculina en silla de ruedas se fueron escapando cuarto a cuarto. Alemania se impuso a España por 49-57 en un partido que comenzó muy igualado, hasta que los germanos encontraron el talón de Aquiles de los de Abraham Carrión. El Pincho Ortega concentró todo el potencial ofensivo del equipo, pero no fue suficiente para seguir vivos en los Juegos y meterse en la que hubiera sido su tercera semifinal paralímpica consecutiva. De Río se trajeron una plata.

El equilibrio del primer cuarto se cimentó básicamente en dos jugadores, en el español Asier García y el alemán Thomas Boehme, los más destacados. Sin embargo, la Selección se terminó hundiendo en el segundo acto por una Alemania incisiva en ataque y segura en defensa. Algo que propició que los nuestros sólo pudieran anotar seis puntos. Ahí, una vez más, Asier les mantuvo con vida.

España se marchó siete abajo al descanso y el regreso de Pincho Ortega a la pista en el tercer cuarto insufló algo de oxígeno. Los últimos diez minutos resultaron agónicos y los alemanes certificaron su pase gracias a la inspiración y el acierto de Boehme (26) y Aliaksandr Halouski (15), que vengaron sus derrotas en la misma ronda en 2016 y 2021. Pincho Ortega —que actualmente juega en el Ilunion, después de varios años en Estados Unidos, donde se convirtió en el máximo anotador histórico del Universidad de Alabama y ha ganado dos anillos— se erigió como killer de las filas españolas con 21 puntos. Nuestra Selección, que quedó cuarta en Tokio 2020, se despierta el sueño demasiado pronto...

“Por parte del cuerpo técnico, evidentemente sentimos tristeza, pero también muchísimo orgullo por el plantel de jugadores que tenemos. Hemos demostrado que somos una Selección que está entre las mejores del mundo”, dijo Carrión en zona mixta, donde desveló: “Sabemos que hay gente que a lo mejor no continúa en la Selección y todos, porque somos una familia, queríamos que esas personas se retirasen con una medalla al cuello, que era lo que se merecían”.