España salta a un agua tibia en el regreso a lo grande de Tom Daley
El debut, en mixtos de tres y diez metros, acaba con Gª Boissier, Vázquez, Antolino y Camacho octavos, dos plazas por detrás de Fukuoka. Pero calentando para las pruebas olímpicas.
Que los Juegos Olímpicos del próximo verano condicionarán decisivamente los Mundiales Acuáticos de Doha se está dejando ver desde el primer día de competición. Como, por ejemplo, en la primera final en la que concurría España, la de los saltos mixtos por equipos en tres y diez metros. Una modalidad que no es prueba olímpica, y acaso por ello los saltadores españoles no emularon su nivelazo del pasado julio en Fukuoka, donde fueron sextos, si bien lo bueno es que les sirve de entrenamiento para esas pruebas en las que sí se jugarán el pasaporte olímpico.
En octava posición acabaron los españoles en esta ocasión, en el Hamad Aquatics Centre, con un equipo prácticamente calcado al de los anteriores Mundiales con la única novedad de Nico García Boissier en lugar de Alberto Arévalo. Y ello, a pesar de que China decidió no participar en esta prueba de equipo precisamente para centrarse en las disciplinas olímpicas. El mejor salto fue el de García Boissier desde el trampolín de tres metros, con una puntuación de 65.10 seguida de los 59.20 que consiguió Carlos Camacho tanto en salto individual desde la plataforma de diez metros como en el sincronizado junto a Valeria Antolino.
Rocío Velázquez completó el equipo desde los tres metros, para sumar entre todos 310.55, lejos de los 400.00 obtenidos en los anteriores Mundiales. Aunque, eso sí, por delante de la histórica Italia, a la cual los 271.10 puntos (por un salto nulo de Matteo Santoro) sólo le alcanzaron para ser décima.
Daley, dos años después
El oro se lo llevó Gran Bretaña, que se lo batió con México en un último salto al que llegaban con una distancia mínima en favor de los aztecas por menos de un punto, 345.60 por 344.85. Pero fue definitivo el salto sincronizado en plataforma de diez metros de Andrea Spendolini y el mítico Tom Daley, que regresa así a lo grande a una competición dos años después. Finalmente, los británicos se impusieron 421.65 a 412.80 sobre unos mexicanos que repiten la plata de Fukuoka y que tuvieron un enorme representante en Randal Willars, cuyo 98.40 en el salto de diez metros supuso la mejor marca de toda esta final.
Australia, que contaba en sus filas con el campeón mundial Cassiel Rousseau, completó un podio del que salió Alemania con respecto a su bronce en Fukuoka, a pesar de que repetían tres de los cuatro saltadores de esa cita anterior.
Turno para Carvajal y Liñán
Los saltos, en lo que respecta a la delegación española, continuarán este sábado con una nueva final, la que a partir de las 14:00 (hora peninsular española), acometerán Ana Carvajal y Max Liñán en los sincronizados mixtos desde la plataforma de diez metros. Una disciplina que sí es olímpica.