España le endosa diez goles a Austria, pero le falta uno más
Se avanzaron los RedSticks a los 39 segundos, protagonizaron un monólogo y buscaron el 11-0 sin portero para ganarle el ‘goal average’ a Bélgica, con la que se jugarán el pase a semifinales.
Solo un día después de acabar sin goles a favor ante Holanda (3-0), en un debut con derrota que entraba en los planes, siguió la Selección española masculina este domingo con lo previsto en el Europeo de hockey hierba, al endosarle a Austria una goleada que comenzó a hacer realidad a los 39 segundos de partido. Apasionante para el pase a las semifinales se presume el choque de este martes contra Bélgica, que en realidad será una suerte de cruce de cuartos de final, en el que habrá que ganar después de llegar con el ‘goal average’ igualado.
Le entregaba el propio seleccionador, Max Caldas, a Xavi Gispert un detalle conmemorativo de los 100 partidos con la Selección, que estaba a punto de cumplir. 200 por su parte alcanzaba, entre Argentina y los RedSticks, Joaquín Menini. Y se escuchaba al capitán, Marc Miralles, aunar a sus compañeros con la consigna de “ganar el partido y con muy buenas sensaciones”.
No pudieron hacerle más caso el resto de jugadores, pues 39 segundos exactos tardó España en inaugurar el marcador. Se paseó Bruno Font de derecha a izquierda en la frontal del área y entró lo justo para poder asestar un disparo que solo pudo ver pasar Jakob Kastner, el exigido portero centroeuropeo, quien con un sinfín de intervenciones salvó a su equipo de un roto aún mayor.
Y eso que ni cinco minutos se habían jugado cuando Nicolás Álvarez robó en la diestra del ataque español, sorteó a un rival pasándole la bola entre las piernas y se le avanzó Pol Cabré para embocar el 2-0. A los diez llegaría el tercero, no en el primer penalti a córner del choque, que le detuvo Kastner a Miralles, sino por medio de Gerard Clapés, al aprovechar el rechace a un primer tiro de Nico Álvarez. Como cuchillo en mantequilla penetraba España a una impotente Austria, como mostraba gráficamente su seleccionador, Robin Rösch, resoplando ante el banquillo.
Siguió el monólogo en el segundo cuarto, solo que con menor acierto. O sin acierto, directamente. Porque no sacó partido la Selección de Caldas de los penalti córner, y envió fuera los tiros más peligrosos, de Borja Lacalle y de José Basterra a la media vuelta.
Quizá le faltaba al partido cierta tensión competitiva. Desde luego, así lo interpretaron los técnicos, que pusieron a calentar a sus porteros suplentes, Rafa Revilla y Laurenzo Rizzi, para que gozaran de sus minutos, no sin que antes desviara Kastner el enésimo disparo español, de Marc Reyné, en el último segundo de la primera mitad.
Minuto y medio de la reanudación tardó Rizzi en evitar un gol, y 20 segundos más en recibir el cuarto de la tarde, a raíz de un penalti córner mal despejado, que recogió Miralles para centrar desde la izquierda y que Clapés metiera el stick lo justo para anotar.
A los 40 minutos, los escasos aficionados austríacos presentes en Mönchengladbach celebraban su primer penalti córner favorable, y casi su primera llegada al área, como si de un gol se tratase, a pesar de que no lograron sacarle partido, y de que en la acción siguiente anotaba Basterra el 5-0, prolongando un lanzamiento de Alejandro Alonso. Y aún le quedó tiempo a España para cerrar el cuarto con el sexto, en un tiro raso de Borja Lacalle que Reyné tocó lo justo con el stick para elevar la bola y que entrara por toda la escuadra.
Arrancó el último periodo igual que el primero, con un tanto a los 34 segundos, esta vez de Nico Álvarez, quien sacó petróleo de una bola suelta en el área. Era el 7-0 y empezaban a estar al alcance las cuentas para igualar el ‘goal average’ con Bélgica, para lo que necesitaban al menos ganar por diez goles de diferencia. Y más aún cuando Cabré, a siete minutos para el final, estableció el octavo con un giro de muñeca casi desde la frontal.
Quedaban 3:55 cuando llegó el 9-0 de Nico Álvarez, tras un robo que Fülöp Losonci pidió revisar al Video Umpire por una inexistente falta. Así que, en aras de meter el décimo, dejó Caldas sin portero a la Selección, para buscarlo con 11 jugadores de campo. Y lo encontró España en un penalti córner que transformó Benjamin Köbl en propia meta, presionado por Pepe Cunill.
Siguió aun así sin portero la Selección, que se la jugó, y que incluso vio cómo le pitaban un penalti córner en contra, que el VAR decretó que no había existido. Le quedaban, por tanto, dos minutos, para anotar el decimoprimer gol, lo que le hubiera permitido empatar ante Bélgica para acceder a las semifinales.
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No llegó, sin embargo, de modo que se jugará las castañas España este martes a partir de las 14:45 horas (EuroHockey TV) ante Bélgica, que si en el debut aplastaba a Austria (10-1), este domingo puso entre las cuerdas a la todopoderosa Holanda, que se acabó imponiendo por 4-2 después de ir por detrás de inicio en el marcador y de llegar al último cuarto con empate a dos goles. Los neerlandeses, por tanto, suman seis puntos y les queda enfrentarse a los austríacos, mientras que españoles y belgas cuentan con tres unidades cada uno.
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