España es imparable: octavo oro europeo consecutivo

“Asusta un poco esta Selección española”, advertía el narrador de Worldskate Europe, portugués, a segundos para que se iniciara en Paredes la final del Europeo femenino de hockey patines. Razón no le faltaba, y no solo por el 8-1 de las de Sergi Macià ante las lusas en la primera fase, sino sobre todo porque se trataba de la séptima final consecutiva entre ambos combinados, y en todas se había impuesto España. Y no cambió la historia este sábado, en el que la Selección conquistó su octavo título continental seguido y el noveno de su palmarés. Y las portuguesas, su séptima plata consecutiva.

Sorpresón sin embargo el que se vivió nada más comenzar, con el 0-1 de Marlene Sousa para las locales al minuto y medio de juego, lo que obviamente generó la locura entre el público. En todo el campeonato, España tan solo había recibido un gol, por 41 a favor, y se veía empezando el partido decisivo por detrás en el marcador. Sin embargo, no tardó en reaccionar. Tan solo habían transcurrido tres minutos cuando Aina Florenza levantó la mirada y, casi desde el círculo central, igualaba el marcador. Tenía que ser ella, la del Vila-sana, puesto que alcanzaba la final como máxima realizadora del Europeo, con 11 goles.

Y no tardó Sousa en pasar de heroína portuguesa a villana, ya que se ganó una tarjeta azul y dos minutos de expulsión por agarrar el patín de una rival. Ese tiempo en superioridad fue un auténtico asedio por parte de las españolas, que encontraron la recompensa en una triple acción de María Sanjurjo a bocajarro ante una Sandra Coelho que se tuvo que acabar rindiendo.

Con el 2-1 ya para las de Macià, y con Sousa de nuevo en la pista, sobre ella (como si no jugaran más portuguesas) cometió un penalti Gemma Soler que se encargó de atajar una segurísima Anna Salvat, con la cabeza, es decir, con el casco, a tiro de Raquel Santos.

Un auténtico punto de inflexión el penalti, ya que mediado el primer tiempo se pasó del posible empate al tercero de España, anotado por una Aimee Blackman que aprovechó a la perfección el rechace de Coelho a un disparo previo de Mariona Colomer. Y reapareció antes del descanso Florenza, que ya le había metido tres goles a Portugal en la liguilla previa, para anotar el 4-1, en una combinación magnífica con Victòria Porta.

Con ese mismo resultado, por cierto, se había adjudicado el bronce un par de horas antes Italia contra Francia, en la misma pista de Paredes, con un doblete de Elena Tamiozzo. Curiosamente, igual que sucede con España y Portugal en las finales, italianas y francesas han repetido puesto en cinco de los seis últimos Europeos. Es el séptimo bronce de las transalpinas.

De vuelta a la final, todo pareció sentenciado cuando, a los dos minutos de la reanudación, se marcaba Marta Piquero una soberbia acción individual, con quiebro incluido, para anotar el 5-1. Un auténtico jaro de agua fría en Paredes, que se notó en el ambiente. Sin embargo, a 18:50 para la conclusión, un pequeño embrollo en la portería española terminó con el tanto de Beatriz Várzeas para dar algo de vidilla a Portugal.

No en vano, se crecieron las anfitrionas en un tramo en que a España le duraba muy poco la posesión, lo que propició situaciones como la tarjeta amarilla -equivalente a un aviso verbal- a Elsa Salvañà cuando trataba de recuperar la bola. Necesitaba mayor control y serenidad el conjunto de Macià, y así sucedió tras un oportuno tiempo muerto cuando restaba un cuarto de hora.

Se durmió así el partido a voluntad de España hasta que a falta de ocho minutos recibía Blackman un golpe en la cara que le hacía requerir asistencia médica, seguido de un contragolpe en que Salvañà a punto estuvo de anotar el 6-2. No llegó ahí, como tampoco en un penalti que Marta Piquero estrelló en el larguero cuando quedaban cuatro minutos.

Sí lo consiguió Florenza, quién si no, justo antes de entrar en el último minuto, en un contraataque ya sin portera rival. Y aún quedaba, en el último suspiro, el 7-2 de Sanjurjo. La guinda para un equipo que es leyenda del hockey patines.

Pleno de oros desde Saint Omer 2009

Con este octavo oro europeo consecutivo, encadena España un pleno de títulos desde el campeonato que se disputó en Saint Omer (Francia), en el lejano 2009. Y todas han llegado ante Portugal desde Wuppertal (Alemania), en 2011. El último hasta la fecha se había conquistado en casa, en Olot, hace dos años.

Asimismo, también venga de alguna manera la Selección femenina el ingrato papel de la masculina en el campeonato disputado la semana pasada, en que acabaron cuartos los chicos, fuera de las medallas por primera vez en los últimos 75 años, después de caer en las semifinales precisamente ante Portugal.

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