“Es la carrera más loca”: una mosca, dos dinosaurios y Danny León

Danny León, olímpico en Tokio y con plaza virtual para estar en París 2024, es uno de los que más anima la previa. Al español, uno de los mejores skaters del mundo, le da igual un park que las pistas de esquí de Grandvalira. Se atreve con todo. Y sin miedo. “Ahora mismo, tengo una fisura en un dedo, un microrrotura en el cuádriceps y un esguince cervical”, dice a AS antes de arrancar la Red Bull Home Run 2024, que se celebró este sábado en El Tarter (Andorra). Pese a ello, antes de empezar la carrera, “la más loca de la temporada invernal”, según comparten varios de los participantes en un corro, Danny pone esos niveles de locura muy altos. Con su skate, inseparable, se desliza por encima de una tabla de snow clavada en la nieve. Luego, erizando la piel de los presentes, se lanza pista abajo encima de unos esquís, tumbado, agarrándose de las puntas y con una colega, de pie, a los mandos. Puro show.

Una vez arranca la carrera, el espectáculo se multiplica. La Home Run, un formato internacional que también se celebra en Suecia o en Nueva Zelanda, rompe con todos los esquemas. Es competitiva, con premios para los distintos ganadores, pero no se queda sólo en los podios. Se puede participar esquiando y haciendo snowboard. Y compiten tanto aficionados como deportistas de élite, aunque no sea su ámbito. “Pruebas así, que reúnen a deportistas de distintas disciplinas, son muy buenas. Crean un vínculo especial y nos hacen crecer a todos. Es la segunda vez que hago snow, porque en Canarias no hay nieve”, bromea Liam Dunkerbeck, doble campeón del mundo júnior de windsurf. “La adrenalina es distinta, cuando hago windsurf el miedo está en que me lleve la corriente, pero no tengo miedo de las caídas, aquí el suelo no es agua...”, añade con gracia el atleta canario, que baja como si llevara toda la vida dedicándose a ello.

Antes de tirarse pista abajo, Liam, como el resto de los 380 participantes, tiene que realizar un esprint de 60 metros hasta su tabla de snowboard. Así arranca la locura. Una vez colocado el equipo, a volar. Y caos, mucho caos. En los primeros metros, resulta clave ganarse una buena posición. Por detrás, las caídas se suceden. En cadena. Y lo que caen no son esquiadores cualquiera. La prueba otorga cinco premios: al esquiador más rápido, a la esquiadora más rápida, al snowboarder más rápido, a la snowboarder más rápida... y al mejor disfraz. Entre la multitud, destacan dos dinosaurios, varios intentos de Superman, un dálmata o una dragona que, con dos pequeñas bengalas, hasta escupe fuego.

Doble alegría para Queralt Castellet

Un disrfraz de mosca se lleva el gato al agua. Así lo decide un jurado inmejorable. En él, están tanto Danny como Liam, así como Queralt Castellet, la mayor referencia del snowboard en España. La subcampeona olímpica, recuperándose de una grave lesión sufrida en diciembre (seis costillas fracturadas y neumotórax), se lo pasa en grande. Después de meses duros, de la recuperación más difícil de su carrera a los 34 años, vuelve a sonreír. “Ahora mismo, después de lo que he pasado, me siento muy feliz. Estoy en una nube”, asegura a este periódico. Alejada de la competición, la Home Run le permite estar cerca de lo que más le gusta. “Normalmente, no puedo estar en este tipo de eventos porque me coincide con competiciones, así que lo disfruto todavía más”, dice. La próxima semana, volverá a Laax (Suiza) para retomar los entrenamientos. Antes, no se pierde detalle de lo que pasa ante sus ojos.

Jamie phillip, ganador por tercera edición seguida en snow, es el primero en cruzar la meta. Tras él, aterriza un pelotón de cohetes en el que destacan Ana Amor, ganadora femenina y amiga íntima de Castellet, para mayor alegría de la rider de Sabadell, y Marc Beascoechea y Julia Bellsolá, victoriosos en la categoría de esquí. Laura Coviella, la primera española en surfear una ola gigante, también está entre la multitud. “No puedo más”, dice la pionera, que en la salida ya avisaba de que se tomaría la prueba “con tranquilidad”. No es el caso de Danny León, que no sólo llega entre los participantes destacados, sino que regala trucos mientras se graba con su teléfono móvil. Otro nivel. Otra Home Run que, a través de sus imágenes, pasará al recuerdo.

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