Elena contra las helenas

Tiene 19 años, pero hace ya bastante tiempo que Elena Ruiz (Rubí, 29-10-2004) alcanzó la mayoría de edad. No en vano, debutó a los 12 (sí, han leído bien) en División de Honor, la elite del waterpolo de clubes, y con la Selección ya se colgó la plata en los Juegos de Tokio 2020, el mismo metal que en los Mundiales de Fukuoka el pasado verano, y el oro en el Europeo de Split 2022. Un título que aspira a revalidar, pese a su juventud, como uno de los estandartes de la España que este jueves se medirá con Grecia (19:00 horas, Teledeporte y RTVE Play) en las semifinales.

Tal como lanza sus disparos, siete se han convertido en goles en esta cita continental de Eindhoven, arroja sus máximas. “Aspiramos a todo. Espero que podamos lograrlo, y si no que no sea porque no hemos dado el máximo”, asegura en una charla con AS la atacante. “Me siento privilegiada, integrada y cómoda; estoy feliz de estar en un equipo que durante más de una década no ha dejado de ganar medallas”, es decir, desde que ella era pequeña y se planteaba jugar a fútbol (“de hecho, en mis ratos libres aún lo practico con mi padre o mi hermano”, concede), y eso que su progenitor practicaba baloncesto y ya eran waterpolistas tanto su madre como su hermana mayor, la también internacional Ariadna Ruiz, con quien comparte nombres griegos. A los ocho años se decantó por el agua.

‘Resplandeciente’ o ‘antorcha’ significa Elena, predestinada de algún modo a ir a los Juegos Olímpicos, dos acumulará este año a su edad, y a enfrentarse a las helenas, con quienes las mayores de esta Selección guardan una espina de cuando ella tenía sólo 13 años, en los Mundiales de Barcelona 2018, y les negaron la final (9-11). A partir de ahí, no ha perdido España ninguno de sus 13 últimos cruces con un combinado plagado de jugadoras del Olympiacos, más que probable rival de Elena Ruiz en la ‘final four’ de la Champions, con el CN Sant Andreu, flamante líder de la División de Honor española.

“La verdad es que el cambio me ha ido muy bien”, dice de su fichaje el pasado verano desde el CN Sabadell, “estoy muy contenta con el equipo, los resultados acompañan y encima tengo a mi hermana como apoyo. No puedo quejarme de nada”, admite la waterpolista, a quien le quedan dos partidos para reeditar un hito mayúsculo: el MVP que logró en julio en Fukuoka. “No me lo esperaba, se suele dar a una jugadora del equipo ganador, así que me sorprendió bastante”, afirma la jugadora. Y ese equipo ganador fue Países Bajos, el anfitrión y adversario a batir en este Europeo. Pero, primero, todo pasa por Grecia. Por las helenas. Ante Elena.

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