Real Club de Polo
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Club de Campo
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Finalizado

HOCKEY HIERBA | FINAL DE LA LIGA (M)

El trofeo de la Liga se queda en la carretera de Castilla

El Club de Campo, anfitrión de la final a cuatro y vigente campeón, revalida el título en un día de despedidas, con los goles de Basterra y Álvaro Iglesias. El Polo falló un stroke providencial.

RFEH

Ni cotizaba que José Basterra, ‘Chefo’ para el mundo del hockey hierba, marcaría en la final de la Liga. Autor de 40 goles en todo el campeonato y el día de su despedida antes de marcharse al Royal Léopold belga, el atacante vasco abrió la veda. Y tampoco había duda en quien tenía que sentenciar el título en caso de que se lo adjudicara el Club de Campo Villa de Madrid: debía ser Álvaro Iglesias, capitanísimo, en una jornada especial, en casa y reteniendo en la carretera de Castilla kilómetro 2 un trofeo que ya conquistaron los madrileños hace un año, también ante el Real Club de Polo. Y en 2021. Ahí estuvieron siempre Basterra e Iglesias. Iglesias y Basterra. Y Pablo Usoz, el entrenador, quien probablemente el próximo curso se mude al banquillo femenino.

Aunque los goles se hacían de rogar, respondió a las grandes expectativas el arranque de la final, con Rafa Revilla atajando a los dos minutos un penalti córner de un Polo que tuvo más presencia en los primeros minutos cerca de los 22 metros del rival. Pero, tras un ataque rápido que culminó con el centro de José Basterra para que Lucas García conectara llegando desde atrás para enviar la bola fuera, pasó el Club de Campo a controlar la posesión, a mover el juego, en busca del momento exacto para morder.

Así se iban alternando también durante el segundo cuarto, con otra intervención de Revilla ante Iñaki Zaldua, hasta que un pie innecesario del Polo derivó en un valiosísimo penalti córner para los madrileños, a siete minutos para el descanso. No lo convirtieron a la primera, ya que Pablo de Abadal lo sacó providencialmente en la misma línea de gol, pero sí en un segundo penalti córner consecutivo, en el que Basterra le dio con el alma y ajustó la bola al palo derecho de Luis Calzado. El 0-1. Aún pudo aumentar las distancias antes del descanso Rafa Vilallonga, con una afiladísima asistencia que se paseó delante de la portería.

Volvió a por todas el Club de Campo en la segunda mitad del choque. Incluso con un jugador menos, por la expulsión temporal de Álvaro Portugal con una tarjeta verde, estuvo a punto de anotar el segundo en un contraataque en que Borja Lacalle cruzó demasiado la bola y Álvaro Iglesias no llegó al segundo palo con el stick. Pero fue Vicenç Ruiz para los de Carlos García Cuenca quien igualó el encuentro, aprovechando una bola que quedó muerta por el centro tras un mal despeje.

Álvaro Iglesias pelea una bola. VICTOR_LERENAEFE

Ahí se volcaron los madrileños más si cabe, esta vez para volver a situarse por delante, hasta el punto que rebañaron cinco penaltis córner prácticamente consecutivos, que desembocaron en la recompensa del segundo gol. Lo marcó Álvaro Iglesias, el capitán, al colar la bola en medio de una maraña defensiva. Reaccionaron los catalanes con internadas de Zaldua y hasta con una bola dentro de la portería rival que no fue gol, sencillamente porque el tiro se había producido desde fuera del área, sin que nadie tocara.

Quiso Xavi Lleonart sorprender con una acción personal en el arranque del último cuarto, ante un Club de Campo que trató de no recular en exceso para no asistir a un asedio. Pero se antojaba inevitable, y después de varias revisiones de Video Umpire tan necesarias como interminables, a seis minutos para el final tuvo el Polo un stroke a favor, por evitar el gol un defensa de los capitalinos en la misma portería para empatar la final. Engañó bien Lleonart a Revilla, y sin embargo la bola se estampó con el palo izquierdo del portero y salió despedida. Ya desprovisto de portero, el conjunto barcelonés realmente ya no tuvo opciones reales de forzar los shoot out.

Así que se desbordó la euforia finalmente en el Club de Campo, que no había podido festejar un nuevo título del equipo femenino pero sí de nuevo de los chicos, mientras que el Polo no pudo poner el broche de oro a la era de Carlos García Cuenca –quien tras los Juegos Olímpicos se dedicará en exclusiva a la Selección femenina y la Real Federación Española de Hockey– con una Liga que se le resiste desde 2018, y que deja el contador en 15 trofeos, sin olvidar la Copa del Rey cosechada hace dos meses, que no es poco.

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