El ruso Kolesnikov cree que los Juegos pueden provocar depresión
El doble medallista olímpico, que en el mejor de los casos podría competir en París-24 como neutral, advierte que la gran cita del deporte “no es lo que da sentido a la vida”.
Alejado de las competiciones internacionales desde que se empezaran a imponer vetos sobre Rusia por su invasión militar en Ucrania, iniciada en febrero de 2022, Kliment Kolesnikov no ha dejado de competir en su país. Ni de ganar. Y tampoco de opinar, como recoge una entrevista concedida por el nadador a la agencia rusa de noticias TASS, en la que descubre su peculiar percepción sobre lo que suponen y deberían suponer para un deportista de elite los Juegos Olímpicos.
“En conjunto no han perdido su significado, los Juegos Olímpicos siguen siendo lo mejor que puede suceder en la vida de un deportista, pero no es lo que le da el sentido a la vida, ya no hay que establecer esa conexión”, analiza Kolesnikov, quien abunda: “Al hacerlo, la gente empieza a sufrir depresión. La forma correcta de abordarlo es como una competición, después de la cual te olvidas de todo. Además de los Juegos y de la natación, hay otras muchas cosas que se pueden hacer y disfrutar”.
“Si lo miras desde la perspectiva del deportista, los Juegos Olímpicos son una competición genial. En términos de organización es inalcanzable: es genial formar parte de la comunidad de la natación, ver a personas de muchos países. Pero viéndolo desde fuera, se vuelve incómodo”, añade el doble medallista olímpico en Tokio-20, donde se colgó una plata en 100 espalda y un bronce en los 100 libre.
“Y no porque se impusieran sanciones”, advierte Kolesnikov sobre su punto de vista, “porque me sucedió inmediatamente después de los Juegos Olímpicos. Entonces, mi opinión cambió absolutamente. Te preparas como un niño que tiene el sueño de llegar allí y ganar, pero te encuentras a ti mismo con una adultez dura y comprendiendo que sólo eres interesante si enseñas algo. Por eso, repienso mis metas y objetivos. Tan sólo quiero sentir la emoción de nadar, con la paz de hacerlo lo mejor que sé y buscando récords”, sentencia.
Ahora, a diferencia de este último año y medio, Kolesnikov y el resto de nadadores rusos y bielorrusos sí podrían participar en competiciones internacionales, incluso en los Juegos de París, en calidad de neutrales, siempre que antes no hayan ofrecido su apoyo a Rusia en su invasión.
Lo haga o no, el gran espaldista se ido manteniendo en plena forma. En junio estableció el segundo mejor tiempo de siempre en los 100 espalda (51.82). Sólo un mes más tarde, mientras el grueso de la natación universal se reunía en el Mundial de Fukuoka, él se hacía en Kazán con el récord del mundo en 50 espalda, con un tiempo de 23.55. Y ha seguido poderosísimo este noviembre en el campeonato de Rusia en piscina corta.
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