El río Sava, antesala de un Sena en plena rebelión escatológica

La isla fluvial Ada Ciganlica, en el curso del río Sava por el centro de Belgrado, abre este miércoles las pruebas de aguas abiertas en los Europeos acuáticos. Una disciplina que debuta a lo grande, con la disputa de los diez kilómetros, la distancia olímpica, con las dos clasificadas españolas en acción. Inevitable mirar de reojo la que dentro debe ser la sede de los Juegos, el Sena, que a poco menos de dos meses ya para la cita continúa impracticable.

La subcampeona mundial María de Valdés y una Ángela Martínez de dulce en los últimos meses –campeona de España, bronce en la Copa del Mundo de Soma Bay y oro en la Copa de Europa de Piombino– saltarán al agua del Sava a las 9:00 de este miércoles, junto a Candela Sánchez. Tres horas más tarde lo harán en categoría masculina Guillem Pujol y Alejandro Puebla. Y no será la única prueba de ninguno de ellos en estos Europeos. Todos nadarán el jueves los cinco kilómetros, a excepción de Sánchez, quien recorrerá el viernes los 25.

En cuanto al horizonte de los Juegos, sigue la incertidumbre sobre un río Sena que continúa presentando unas altas condiciones de insalubridad. Sin ir más lejos, el equipo francés de aguas abiertas tuvo que suspender un entrenamiento previsto para este lunes, puesto que las fuertes lluvias de mayo en París han deteriorado nuevamente la calidad del agua por el desborde de las alcantarillas, que desembocaron en el río.

Así que a la Escherichia coli (E. coli) ya presente hace meses se añaden ahora los enterococos. Y no sólo eso, sino que el caudal es tan elevado que no sería seguro para nadadores: 349 metros cúbicos presenta, por los 100 que serían idóneos.

‘Je chie dans la Seine’

Sin plan B por parte de la organización, más que demorarlo excepcionalmente algún día si fuera necesario, y después de 1.400 millones invertidos, una plataforma ha convertido en viral el llamamiento a una rebelión que pretende reunir a numerosos adeptos el próximo domingo 23, el día inicialmente previsto para que la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, se bañara en el Sena, como también prometió hacer el presidente Emmanuel Macron.

Bajo el elocuente eslogan ‘Je chie dans la Seine’, sus artífices invitan a todo aquel que lo desee a defecar en el cauce del río, como protesta ante el rocambolesco dispendio de la ciudad en una misión prácticamente imposible, como a día de hoy se antoja que el Sena, después de un siglo sin que se pudiera nadar en sus aguas, presente las condiciones adecuadas para albergar una prueba tan relevante como el maratón acuático de unos Juegos Olímpicos.

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