El portero-jugador Higuita, primera amenaza para España
Duro debut de la Selección ante Kazajistán, potente rival y país anfitrión con mucha influencia brasileña. Los de Fede Vidal, a imponer su estilo de juego.
El sorteo de este Mundial de Uzbekistán deparó que España debutara este domingo, no solo ante el rival más difícil del grupo, sino ante una aspirante a algo grande, Kazajistán. Una selección que ya sabe lo que es pisar semifinales en Eurocopas y Mundiales y que sueña con dar un paso más. No obstante, su generación dorada, con mucha influencia de sus brasileños nacionalizados, ya es veterana. Aun así, siguen entre la élite, caso de Douglas, Leo o quizá su jugador más mediático, Leo Higuita.
Su figura, la de un portero que se suma al ataque y marca goles por su violento golpeo, no sólo fue una revolución en Kazajistán, sino que ha tenido su influencia sobre todo el fútbol sala. “En este Mundial calculo que va a haber 15 o 20 selecciones que ataquen con el portero en diferentes situaciones, no sólo en los últimos minutos”, analiza Fede Vidal, seleccionador español. Desde que se incluyera la regla del portero-jugador, la ventaja de atacar con superioridad es cada vez más aprovechada por los equipos.
“A mí no me gusta”, opina el quizá mejor portero de la historia, Luis Amado, ahora delegado de la expedición española. Y se explica: “La regla está hecha para favorecer la igualdad en los últimos minutos, pero al final favorece al equipo que va por detrás y peor lo ha hecho en el resto del partido”. Pero lo que ha pasado, caso de Kazajistán, es que se ha convertido en un estilo de juego. “Los equipos lo enfocan a nivel ofensivo, pero también en el defensivo”, apunta Vidal.
Eso no significa que España no sea capaz de atacar de cinco sin cambiar a su portero por un jugador de campo. De los tres porteros de la convocatoria, hay dos, Chemi y Dídac, a los que no le tiembla el pulso en sumarse al ataque, pegarle a puerta... “Es verdad que Kazajistán fue el primero en usar tanto el portero-jugador, pero ya es una faceta muy trabajada por todos”, opina Catela, uno de los llamados a ser referentes en la Selección.
El encuentro se presenta como una partida de ajedrez en los banquillos, con Fede Vidal y Kakà, técnico brasileño que dirige al equipo kazajo, exprimiendo sus recursos para sorprender al contrario. Todo, sabiendo que el partido clave del grupo les ha tocado en el debut, ya que tanto Nueva Zelanda como Libia (que también se miden este domingo entre ellas) parecen, a priori, equipos menos fuertes. “Todos los rivales van a ser complicados”, repiten en la expedición española, porque tienen claro que el camino hacia la tercera estrella va a estar lleno de obstáculos.
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