Un Mundial “inesperado”, una oportunidad de oro

Y de repente, en el vestuario, preparados para iniciar un ciclo algo gris, salta la sorpresa. “Estamos en el Mundial”, dice Julián Martín, entrenador de la selección española de fútbol para ciegos. “Fue una explosión de ilusión”, revela Javier Álvaro, internacional, en conversación con AS. “Nuevas expectativas”, “un giro de 180 grados”. Un horizonte que lo cambia todo. Con su aterrizaje en la cita intercontinental, que tendrá lugar en Birmingham del 18 al 27 de agosto, España opta a los Juegos Paralímpicos de París. La planificación para los próximos meses, con todo ello, se ha visto totalmente modificada. “A mucho mejor”, enfatiza Javier. La semana pasada, en las instalaciones del Centro Deportivo y Cultural de la ONCE, en Madrid, en la primera concentración del equipo como mundialista, el balón echó a rodar hacia tierras inglesas.

“No nos lo esperábamos. Después de haber perdido en lo deportivo… Quieres ganarlo en la pista y que todo el mundo se pueda presentar. Queremos hacer crecer entre todos este deporte y que el nivel sea ascendente. Esta vez se ha dado así, pero estamos ilusionados, contentos y el ánimo es muy bueno”, explica Ávaro sobre el desarrollo de los acontecimientos. La Selección acudirá al Mundial debido a la renuncia de Australia y a su posición en el ranking, que la colocaba en la pole en caso de producirse una circunstancia como la expuesta. Una vez dentro, la ambición es máxima. “España es una potencia. No se puede entender otra cosa que no sea subir al podio y pelear por lo más alto. El fútbol es deporte y cada partido es único, pero nuestra mentalidad es trabajar duro para llegar al mejor nivel y no tenemos otra cosa entre ceja y ceja que no sea el oro mundial”, ilusiona Javier.

En el palmarés de la Selección, como argumentación de todo lo anterior, constan dos bronces olímpicos (Atenas y Londres), cuatro medallas mundiales y ocho títulos europeos. “Este Mundial supone mucho más que eso. Supone reabrir ilusiones para los Juegos. Supone una oportunidad para mejorar nuestro último resultado, que no fue el mejor (quintos en Madrid 2018). Todos tenemos mentalidad ganadora”, añade el internacional español. “Lo que hay por delante, ya es un calendario de concentraciones para prepararnos física y tácticamente. Y para que el grupo se pueda volver a colgar una medalla”, desgrana. Una motivación para el presente y para el futuro, con un incremento notable de competiciones que permitirán, al mismo tiempo, preparar la cita mundialista e integrar de forma competitiva a una nueva hornada que ya había ganado mucho peso dentro del vestuario.

Aprender ganando

“Es un impulso a la labor que venimos realizando desde hace año y medio para rejuvenecer la plantilla, algo que nos permitirá competir en los próximos años. La Selección ha sido una de las grandes potencias del fútbol para ciegos en la historia y, gracias a todas las personas que han pasado por ella, hemos podido mantenernos en un puesto alto del ranking, que ha permitido disponer de esta plaza”, explica el presidente de la Federación Española de Deportes para Ciegos (FEDC), Ángel Luis Gómez, en relación a todo lo anterior. “Quizás la planificación estaba pensada para crecer de cara al siguiente ciclo. Ahora, se podrá apostar por seguir creciendo y construir, pero también en la inmediatez y el medio plazo, con el Mundial como objetivo más próximo”, ratifica Javier. Toca aprender ganando.