El mejor Yulen ya está aquí

Decía tenerlo todo controlado. Y no mentía. El 14 de abril, Supervivientes anunciaba su decimotercer concursante. Su nombre, por lo que implicaba, sorprendía: Yulen Pereira. El esgrimista español con mejor ranking decidía apartar temporalmente su deporte para enfrentarse a la isla. Cambios de peso, inactividad... Los riesgos parecían muchos, pero el madrileño siempre lo tuvo claro. “La gente se piensa que me fui corriendo. Para nada. Fue pensado, hablado con mis entrenadores, compañeros, familia…”, explicaba a AS tras poner fin a su aventura televisiva. Pocos meses después, ha vuelto su mejor versión con la espada en la mano. Todo meditado, todo según lo previsto. O incluso mejor. Hoy, en Heidenheim (Alemania), se ha colgado su primera medalla en una Copa del Mundo absoluta, un bronce que le da la razón. Y que lanza un aviso para todo el circuito: Yulen ya está aquí. Realmente, nunca se había ido.

Doble de mérito. O triple. A Alemania, el esgrimista español, actualmente 194º en el ranking, llegaba tras superar un esguince en el tobillo derecho. “Voy como un tiro”, aseguraba en conversación con este periódico durante su recuperación. De nuevo, no mentía. Siempre habla claro. Como cuando compite. Ágil, inteligente y agresivo, como le gusta, como se mostraba en Heidenheim para alcanzar su tablón principal. Como, finalmente, cedía ante Alexis Bayard, 15º del mundo. Sin perder la esencia. El suizo salía mandón, controlando el duelo (3-1, 4-2...) a la defensiva, pero Yulen volvía, volvía y volvía. Al ataque, sin pensar en nada más que avanzar. Carismático como es, gesticulaba con el cuello. No lo veía claro pese a lograr el empate en el segundo asalto (5-5). Otra vez, en lo cierto. Bayard se disparaba (15-9 como resultado final), pero la medalla ya estaba asegurada.

Antes, Yulen había superado al chino Yuhan Xiu (15-13) y, en dieciseisavos, al vigente campeón olímpico y mundial de espada, el francés Romain Cannone, 2º del mundo, por 15-14. Con remontada incluida y una celebración a la altura. Tras soltar toda la tensión de un grito, saltar y levantar el puño, el español buscaba a su equipo. “Hay muchas cosas que la gente no sabe. La gente ve un escaparate y no sabe qué hay detrás. Y es duro”, había hablado con AS. Repartía abrazos y por su cabeza, seguramente, se acordaba de todo. Tras ello, se imponía al kazajo Elmir Alimzhanov (15-10) para situarse por tercera vez en su carrera entre los ocho mejores de una Copa del Mundo. En cuartos, ganaba al francés Nelson Lopez Pourtier (15-12). Bronce asegurado. El mayor éxito de su carrera, brillante en categorías inferiores y con una plata en Grand Prix (Doha 2019) y en los Europeos (por equipos, en 2014). “Si un niño se ha apuntado a esgrima por verme, ha merecido la pena”, aseguraba tras abandonar la isla. Hoy, algún niño más cogerá una espada por primera vez.

La esgrima española no frena

Con su bronce, Yulen impulsa aún más un inicio de año dorado para la esgrima nacional. En 2023, ya se han logrado medallas en todas las categorías olímpicas del deporte. En enero, Lucía Martín-Portugués (sable) subía al podio del Gran Prix de Túnez; casi al mismo tiempo, Carlos Llavador (florete) repetía la operación en la Copa del Mundo de París. El objetivo, tanto en categoría masculina como femenina, es lograr la clasificación por equipos para los Juegos Olímpicos de París. “Estamos todas muy concentradas en formar un buen equipo, en ayudarnos las unas a las otras. Queremos ir todas juntas y, una vez allí, conseguir la medalla. Vamos a ir a por todas”, explicaba recientemente Araceli Navarro, bronce en el Mundial de El Cairo. “Yo veo que Llava (Llavador) puede, Lu (Lucía) ve que puedo yo... Uno consigue una medalla y anima a los otros, que se retroalimentan”, añadía el propio Yulen. Sigue la reacción en cadena.