El Jaén ejerce de campeón de Copa para eliminar a un fantástico Manzanares

El partido comenzó varias horas antes del pitido del colegiado, con los seguidores del Manzanares y el Jaén entregados a la causa. Dos de las aficiones más fieles de nuestro fútbol sala dotaron ese ambiente especial que sólo la Copa de España es capaz de emanar. “Viva Jaén”, gritaban en los grupos de la marea azul en los exteriores del Palacio de los Deportes de Cartagena. Comunión total, máximo respeto. Ya en el interior, los amarillos marcaban territorio en uno de los fondos del pabellón. Nombre del equipo en letras gigantes sobre las que se posaban impresos los tres trofeos de campeón del torneo. Todo un presagio. La defensa de su corona sigue viva después de que ganasen con tremendo sufrimiento a un valiente Manzanares (1-2). Chino dio la ventaja definitiva al transformar un penalti señalado con el VAR y Espíndola amarró el triunfo con una actuación soberbia bajo palos.

El encuentro fue un derroche de energía desde el inicio, un despliegue físico tremendo. Cualquier balón dividido se peleaba, en todos los choques se mordía. Los debutantes pudieron abrir la lata muy temprano, pero Míchel se vistió de héroe para salvar bajo palos una genial vaselina de Álvaro. En el 15′, los manchegos sintieron la crueldad del torneo del KO. Una doble parada de Espíndola originó un contragolpe en el que pudieron combinar los dos jugadores más en forma del Jaén. Dani Zurdo encontró a Chino por el carril central y el albaceteño mandó el cuero al fondo de la red. El castigo pudo ser mayor, pero el Manzanares esquivó dos balas antes del descanso: un gol de Mati Rosa quedó invalidado por falta previa y el poste se entrometió en el disparo de Alan Brandi.

Nueva ración de VAR

Tanto Espíndola como Antonio, con varias paradas providenciales, parecían convertirse en los protagonistas de la segunda mitad. Sin embargo, como ya sucediera en los partidos del pasado jueves, la Copa volvió a abonarse al VAR. Primero lo solicitó el Manzanares para conseguir un libre indirecto al borde del área que originó el empate. Tras recoger un rechace en el área, Alonso devolvió las tablas al luminoso. Pero la cosa no quedaría ahí. El VAR distribuiría penas y alegrías a partes iguales, de modo que el Jaén lo solicitó para reclamar un posible penalti. Las imágenes no dieron lugar a dudas: agarrón sin balón de Alonso sobre Renato. Chino, un especialista, no perdonó desde el punto fatídico.

Del “sí, se puede” en el momento del empate, la afición del Manzanares pasó a entonar el “corrupción en la Federación”. Sus chicos no cejaron en el empeño pese a la adversidad, arrinconando al Jaén en el tramo final del partido con una lluvia de ocasiones (incluido el remate de Cortés, sacado sobre la misma línea de portería), pero se toparon con un muro. Una y otra vez chocaron contra él, un Espíndola que no encajó ni un solo tanto durante el asedio con un recital de intervenciones de todos los colores. El campeón avanza con la misma fórmula de Barça y Palma: máximo sufrimiento.

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