El Europeo de la confirmación

El Inglaterra-Irlanda femenino abre este viernes un Europeo de hockey vibrante y trascendental, que otorgará las dos primeras plazas olímpicas y donde las selecciones españolas buscarán la confirmación después de su relevo generacional y de un año en el que han demostrado sus progresos. El Warsteiner HockeyPark, en Mönchengladbach (Alemania), acogerá a los ocho mejores equipos de cada categoría. Solo el campeón tendrá billete a París 2024, con Bélgica como favorito en los chicos y Países Bajos en las chicas. La segunda y última oportunidad tendrá lugar en enero en Valencia, un Preolímpico donde se adjudicarán otras tres plazas.

La Selección masculina continúa el camino iniciado por el técnico argentino Max Caldas después de los Juegos de Tokio. Dos años en los que ha habido un profundo relevo en la plantilla y en el juego, que comportó el brillante Mundial de la India en enero en el que los Redsticks estuvieron a un tris de entrar en las semifinales. “Hemos ganado experiencia. A los chicos se lo puedes contar o lo pueden vivir, y creo que ahora se siente más cómodos ante los equipos que son superiores. Competimos mejor”, señala. Después de una preparación exhaustiva, y de algunos cambios tácticos (Xavi Gispert jugará de central o Pepe Cunill pasará del lateral al mediocampo), España, que ha fomentado “la competencia interna”, tendrá un grupo exigente.

Mientras que Austria es el rival más débil (“es el debut, no será fácil, deberemos ser disciplinados pero tenemos la responsabilidad de ganar”) y Bélgica, vigente campeona olímpica y mundial, el reto (casi) imposible, el partido clave para avanzar a semifinales será el último ante Inglaterra, un rival superior en el ránking a una España que le va pisando los talones: “Tiene grandes porteros, es un equipo que siempre compite y nunca se le puede ganar por muchos goles. Siempre están ahí”. En el pasado Mundial, España perdió 4-0. Hace apenas un mes en el Torneo del Centenario, el resultado fue 4-3 en los ‘shoot outs’ para los de Caldas.

El camino de las chicas, con el sempiterno Adrian Lock que lleva como seleccionador desde 2013, es similar. Después de Tokio, el técnico decidió apostar por la frescura y el físico de las jóvenes, que debutaron con apenas seis meses de preparación en el Mundial de Terrassa. España llegó a cuartos de final, aunque demostró estar aún lejos de las candidatas a las semifinales. “Ahora hemos cogido experiencia, estamos mucho mejor. Este año no tuvimos Pro League, por lo que nos faltan partidos, pero hemos entrenado mucho, sabemos lo que queremos y la preparación es adecuada. Estoy expectante...”, cuenta el inglés.

Sin Gigi Oliva, que se ha tomado un año sabático antes de decidir si se apunta al reto de los Juegos, Lock destaca la “verticalidad” de los ataques de una España que le da importancia a las “transiciones”. El camino es similar al de los chicos. Comenzarán las RedSticks ante Países Bajos, que desde los Juegos de Río lo ha ganado todo. “Hay que quitarnos esa aura que tienen de ser invencibles. Si hacemos un buen partido podemos. Espero que nos refuerce aunque no sumemos en caso de que estemos cerca”, dijo Lock.

Si Países Bajos representa el Everest del grupo, Italia es el rival a ganar para tener opciones de llegar a semifinales aunque el inglés advierte de que “tienen una gran organización defensiva, deberemos tener paciencia”. El partido clave del grupo será frente al Bélgica, un equipo que “ha crecido” y que está ahora mismo al nivel de las mejores de Europa.