El Barça se complica su pase a la Final Four con un empate ante el Città di Eboli
Los azulgranas perdonaron multitud de ocasiones que acabaron pagando a nueve segundos del final, cuando Calderolli hizo el definitivo 2-2.
En un desangelado pabellón de Riga, donde los gritos dentro de la cancha se escuchaban muy por encima de los decibelios de las despobladas gradas, el Barça compareció en su primer partido de la Ronda Élite de Champions League. Allí, en ‘territorio Ricardinho’, los azulgranas agravaron un poquito más su pequeño bache de resultados con un empate inesperado ante el Città de Eboli. Bien es cierto que los italianos, vigentes campeones nacionales, se presentaban como el hueso más duro de roer del grupo A, pero el tropiezo duele, especialmente, por una superioridad culé inservible que quedó sepultada a nueve segundos del final con el definitivo 2-2 de Calderolli, autor de un doblete. La ausencia de Pito por sanción resultó clave de cara a puerta.
El Barça fue el amo y señor del encuentro desde el pitido inicial. Controló la posesión, puso el buen juego, las ocasiones… Pero faltó el ingrediente más importante, el gol. Dyego, Matheus y Adolfo perdonaron oportunidades clarísimas delante del portero rival, incluso Antonio estrelló el balón en la madera. Tanto perdón hizo crecerse al conjunto italiano, que en su primera gran acción entre palos consiguió abrir la lata. Calderolli, en una gran acción individual, desbordó a su par y batió a Dídac con un fantástico disparo raso. Los chicos de Jesús Velasco siguieron con la pólvora mojada tras el mazazo, pero a 50 segundos del descanso encontraron el premio que merecían gracias a un disparo de Adolfo que Caponigro desvió con el brazo dentro del área. Catela hizo el empate desde el punto fatídico y todo volvía a empezar.
Viejos fantasmas
La segunda mitad fue un calco de la primera, por lo que el Barça siguió con un acoso y derribo constante al que fue incapaz de sacarle provecho. Erick se mostró especialmente activo, pero Dalcin lo sacaba todo bajo palos. Entonces, a cinco minutos del final, la cantera salió al rescate. Catela botó un córner y Touré, que previamente había brillado en varias acciones individuales, se coló entre la defensa para rematar libre de marca y hacer el 2-1. Acto seguido, el canterano pudo ampliar diferencias, pero pecó de generoso al intentar buscar a Catela cuando tenía la portería vacía. Y esa generosidad se volvió en contra de los culés cuando a nueve segundos del final, Calderolli enmudeció a los de Jesús Velasco al transformar una larga posesión con portero-jugador.
Ahora, el Barça deberá dar su mejor versión si quiere revertir una situación que se le ha complicado mucho, ya que a las primeras de cambio deja de depender de sí mismo en su búsqueda de la Final Four. El factor anímico también puede ser fundamental, puesto que viejos fantasmas reaparecen en el camino de los culés. El año pasado también encajaron un empate ante el Anderlecht que les acabó dejando fuera de la fase final de la Champions por la diferencia de goles. Este jueves, siguiente escollo frente al Etoile Lavalloise francés (15:00h, Esport3). Ya no hay margen de error.
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