Coello y Tapia trunca el sueño de los Megapibes

La final más joven de la historia del circuito profesional masculino, porque entre los cuatro protagonistas no llegan a una media de 20 años, Tapía (23), Coello (21), Augsburger (18) y Libaak (17) se decidió para la pareja hispanoargentina, y de esta manera Coello y Tapia se apuntan su segundo torneo de WPT esta temporada, los dos que de han celebrado. En la final femenina, Alejandra Salazar y Gemma Triay alcanzan el primero tras jugar las dos finales, y sufrir ante Marta Ortega y Bea González.

Sin duda, la lucha por el Open masculino de La Rioja (Argentina) es el encuentro que había alcanzado más interés. Los Megapibes, un descubrimiento a este nivel, se habían plantado en la cita sin ceder ni un set. Augsburger y Libaak son un auténtico descubrimiento mundial, aunque ya dieron su primer aldabonazo en el Master de Buenos Aires, y los cazatalentos de las marcas deportivas ya les tengan controlados, en especial la firma de palas NOX.

Ahora los Megapibes tenían enfrente a una pareja de su generación, que en la semifinal había derrotado en dos sets a los llamados en su día los Superpibes, Di Nenno y Stupaczuk, lo que suponía un reto para Coello y Tapìa, dúo formada este año para aspirar a todo: Tapia, tras el aprendizaje con Belasteguín y Sanyo, y Coello tras su salto a la escena con Lamperti y Belasteguín. Tenían la obligación de ganar, por edad, por ranking, y por expectativas, y lo hicieron: 6-1 y 6-0, sin emoción, sin ningún género de dudas. Truncaron el sueño de una pareja que en el momento decisivo tal vez estuviese superada por los acontecimientos, como si de repente le hubiese caído el peso de una losa de hormigón de responsabilidad. Libaak y Augsburger no tuvieron manera de afrontar la pegada de Coello y Tapia, que les taparon toda la pista, que les cegaron la alegría de su pádel a los dos argentinos. Da igual: han hecho una competición histórica que debe tener recompensa. La primera es para Augsburger, que jugará en Chile con Yanguas, y quizá con estos puntos de La Rioja más los que sume en los dos próximos torneos, le puedan valer para encontrar la manera de competir en Europa con Libaak.

En la final femenina, la primera en la que se encontraban Gemma y Ale ante Marta Ortega y Bea González, fue un auténtico espectáculo de emoción e igualdad en las dos primeras mangas decididas con golpes al límite: el 5-7, por un globo que no devuelve Gemma al darlo por malo, pero se demuestra bueno; el 6-4, por un cruzado de la propia Triay que Bea deja pasar y bota en el límite del lateral. Luego, en el tercer set, las número uno de los últimos años mostraron su madurez para ganar por 6-1. Con todo, la imagen más agresiva de Marta y Bea avisan desde el principio que la temporada femenina es cosa, por lo menos, de tres parejas (Ari Sánchez y Paula Josemaría es la otra).