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Fútbol sala

Clásico de contrastes entre Movistar Inter y Barça

Los de Riquer llegan necesitados desde el minuto 1 tras cerrar una pretemporada sin victorias. El Barça, más lanzado tras alzar la Copa Cataluña.

AITOR MARTIN
Marco González Paredes (Fuenlabrada en 1991), apasionado del deporte y graduado en Periodismo en la Universidad Rey Juan Carlos. Compaginó sus últimos años de carrera como becario en AS, donde inició su formación laboral en las secciones de motor y as.com. A finales de 2018 llegó a Más Deporte, donde actualmente ejerce como redactor de ciclismo.
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Entre la necesidad y la confianza. En ese debate se mueve un ‘clásico’ entre Movistar Inter y Barça (18:00, TDP) que llega a las primeras de cambio como partido estrella de la jornada 1 de la Primera RFEF. Un choque para revertir o agravar una tendencia que en el caso de los interistas para este primer duelo de envergadura en la nueva temporada, preocupa. Y es que no es nada habitual ver cómo los de Torrejón cierran una pretemporada sin victorias, como ocurrió este verano, siendo especialmente dolorosa su derrota del pasado fin de semana en el Torneo Ciudad de Getafe ante un Segunda División como el CD Leganés (1-3).

“Los resultados no han acompañado, pero es verdad que es una situación secundaria, ya que los objetivos, a pesar de eso, dicen cosas más positivas que los propios resultados", valoró Alberto Riquer, entrenador del Movistar Inter, en los días previos a un encuentro en el que, a pesar de la dificultad del rival y las posibles dudas por la falta de triunfos, se encara con la máxima ambición: “Lo afrontamos con la ilusión que generan los tres puntos y de medirnos a un rival como el Barça. Veo al equipo concienciado, muy bien y esas son las sensaciones más importantes que tenemos, que veo al grupo bien y con ganas de que llegue el sábado, en casa y con nuestra gente: escenario perfecto”.

En esa ansiada búsqueda de los primeros tres puntos, debutarán ante su afición en el Pabellón Jorge Garbajosa tanto Pirata como Pani, las dos grandes apuestas del club tras las sensibles salidas de Drahovsky y Lucao. Especialmente vital será la aportación del almeriense, al que se le ha visto como uno de los fijos de Riquer durante la pretemporada, que llega a su nueva casa como uno de los mejores jugadores de la pasada temporada en el revolucionario Peñíscola, donde se hizo con el título de Copa de España y terminó como pichichi liguero (compartido con Cecilio, Pablo Ramírez y Drahovsky).

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Al otro lado del 40x20, el clima que se respira es todo lo contrario. Después de dos años en los que se marchó de vacío, la pasada semana el Barça al fin pudo conquistar nuevamente la Copa Cataluña, chute de moral añadido para un equipo que afronta una nueva era. Empezando por las salidas de dos leyendas, como un retirado Sergio Lozano, máximo goleador de la historia de la sección; y un Dyego Zuffo (jugador con más partidos oficiales en el Barça) que en la parte final de su carrera se ha dejado seducir por Arabia Saudí. Y terminando por el banquillo, en el que asume el mando otro mito de la casa como es Javi Rodríguez. Toda una revolución de la que formarán parte las caras nuevas, unos Luciano Gauna, Joao Victor (Neguinho) y Pol Pacheco que subirán el nivel de una plantilla cuyo fondo de armario es casi incomparable al de cualquier otro equipo. Un ‘clásico’ de contrastes.

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