BÁDMINTON | MASTERS DE INDONESIA
Carolina Marín se desata: tercera final desde su grave lesión
La española supera a la china Han Yue con comodidad (21-15 y 21-14) y este domingo (8:00) buscará su primer título del año, el segundo tras destrozarse la rodilla.
Tras una rotura del ligamento cruzado y de los meniscos interno y externo, cada victoria obtiene una nueva dimensión. Tras una lesión de tal magnitud, cada final parece un premio imposible. Carolina Marín ya lleva tres. La primera, con título, fue en el Europeo de Madrid, 337 días después del oscuro percance físico, y la segunda, con un desenlace cruel, fue en el Abierto de Francia, en octubre. La tercera ha llegado este sábado, en las semifinales del Masters de Indonesia: 21-15 y 21-14 ante la china Han Yue, a merced de una Carolina desatada y que se medirá con An Se-young (este domingo a las 8:00), número dos del ranking mundial, para estrenar su palmarés en 2023. Es un año marcado en rojo.
“Ya estamos en la final. Muy, muy contenta por cómo he luchado cada uno de los puntos. La verdad es que ha sido un partido importante para mí. Jugar aquí, en Indonesia y en este estadio, siempre es increíble. Con todo el apoyo que tengo detrás, me siento como en casa. ¡Mañana vamos a por esa final!”, valoraba la onubense tras el partido, justo después de soltar un “¡vamos!” atronador, desde lo más profundo de sus entrañas. Como siempre ha hecho, como deseaba hacerlo. Poco a poco, se va reencontrando con su rutina: el éxito.
El camino no está siendo sencillo. Al menos, para alguien acostumbrado a ganar siempre. Las fases hacia el objetivo final, los Juegos Olímpicos de 2024, sin embargo, se van alcanzando a su debido tiempo. Sin prisa, pero son seguridad, desfilando en vez de corriendo. Asentando las bases de una nueva campeona. En Francia, Carolina volvió a sentirse poderosa ante las contrincantes asiáticas, su tope tras coronarse por sexta vez en Europa; ahora, se quiere quedar allí, más allá del Viejo Continente. Han Yue lo sabe bien. La china, 11ª del mundo, superó a la española en octubre, en Dinamarca; en el abierto francés, sin embargo, sólo una semana después, se encontró a otra jugadora. Mentalmente, ya había superado la muralla china; sobre la pista, se lo demostró. Como este sábado.
Dos parciales, un guion
Muy suelta, sin atisbo de problemas físicos tras algunas molestias en los últimos días y con un juego agresivo, Carolina hizo entrar en bucle a Yue. Dos parciales, un guion. En ambos, se mantuvo la igualdad hasta el 12-12, cuando la campeona olímpica cambió su raqueta por un martillo. A base de remates, un golpe cada vez más habitual en el repertorio onubense, y mucha movilidad cerca de la red, Marín rompió los empates con un parcial de 3-0 en la primera manga y de 5-0 en la segunda. Ambos serían definitivos. La jugadora china, de 23 años y asentada en el top-20 desde julio del año pasado, respondió al primer acelerón acercándose hasta el 16-14; en el segundo asalto, sin embargo, bajó los brazos definitivamente, sumando solamente otros dos puntos. Ya conocía su destino. Carolina, también. Y se dirige hacia él.