VELA

Carlos Manera, la esperanza española en vela oceánica

El navegante de 24 años se proclamó ganador de la regata Mini en Mai y es el primer español en lograrlo. En septiembre estará en la Mini Transat.

James Tomlinson

Carlos Manera es la gran esperanza española, y apuesta de futuro, en la vela oceánica. A sus 24 años, este navegante que viene de familia de pescadores de Port de la Selva (Girona), se proclamó ganador de la regata Mini en Mai, de 500 millas náuticas (aproximadamente 1.000 kilómetros) en La Trinité Sur Mer, y se erigió en el primer español en lograrlo. Manera fue el mejor en una competición en la que los franceses siempre llevaban la delantera y ahora apunta la proa hacia un reto mayúsculo: la Mini Transat 2023. “El resultado en la Mini en Mai fue increíble, no podía fallar y me salió perfecto. Me acerca, sin duda, al gran objetivo que es la Mini Transat. Ahí sí que sueño con que llegue el día de la salida”, comenta a AS desde Lorient (Francia)

Manera, que pese a ser nacido en Madrid, creció y pasó su infancia y adolescencia en Port de la Selva, no tardó en mostrar su pasión por el mar. A los cinco años empezó a navegar y devoró barcos y etapas como las de Optimist y J70. “El mar siempre me ha dado la adrenalina y el sitio dónde aprender. En el mar es donde nunca paro”, relata. Pero, sin duda, el antes y después en su vida llegó cuando tenía 14 años, gracias a la aparición del navegante oceánico Gerard Marín, que participó en la Barcelona World Race. “Era mi entrenador y cuando hizo la Barcelona World Race tuve clarísimo que quería ser como él, un navegante oceánico. A partir de ahí me guió y ahora voy a vivir mi segunda Mini Transat”, explica un Carlos Manera que no solo va a intentar competir por segunda edición consecutiva en una regata mítica, sino que va a intentar ganar. Está en disposición de ello porque si en la edición de 2021 acudió con una embarcación antigua de serie (Varador 2000), ahora lo hace con un prototipo de un diseño único que ha creado junto a Sam Manuard y construido en el astillero Sinergia Racing Group, en Cartagena (Murcia).

Carlos Manera Mini Transat 1081 Photo: James Tomlinson James Tomlinson

Sus estudios en Ingeniería Náutica y Transporte Marítimo en Barcelona han sido claves en todo el proyecto y ha logrado tener un prototipo de Mini 650 de fibra de carbono, construido con moldes de control numérico hembra para casco y cubierta, fusionado en cuatro pasos, foils y quilla pendular. Un IMOCA a pequeña escala. “Quería hacer algo innovador y con sentido para cruzar el Atlántico, así que nos aventuramos en el diseño y la construcción. Me hierve la sangre por aprender y me tiré de cara con Sam Manuard. Tras seis meses encerrados en el astillero tuvimos la máquina navegando y es una locura”, expresa un Carlos Manera que gracias a este barco será uno de los favoritos para luchar por el triunfo en la Mini Transat 2023. ¿La clave? La Mini Transat es considerada la puerta de la navegación oceánica y es que se trata de cruzar el Atlántico con un barco de 6,50 metros de eslora, en solitario, sin comunicación con tierra y sin cartas electrónicas. Y Manera dispone de un barco que tiene una velocidad media en largo trayecto de 20 nudos y puede superar los 23. “En un barco de seis metros y medio es mucho, una locura. Casi asusta (bromea). En esta regata no vale apretar el barco a muerte unas horas, sino que se gana a través de los días. Este barco es muy rápido, quizás el que más de la flota y eso al final espero que se vea reflejado en los resultados. Lo tiramos al agua en diciembre y estamos en fase de desarrollo, pero de momento estoy muy contento”.

Es cierto que lleva foils y rápidamente la mente está puesto en que va a volar. Sí, lo hará, pero lo importante de su diseño es que usa los foils para dar estabilidad, es el punto de apoyo número uno y permite planear antes que los otros barcos. Además, levanta la proa del barco y por ello gana velocidad media. “Evidentemente que el barco vuela cuando se sustenta con el foil y la quilla salta, pero siempre dejo el timón, la aleta del barco, en el agua y es vital porque vamos a cruzar el Atlántico y a nivel tecnológico estamos cerca de hacerlo volando, pero somos humanos y a nivel físico estamos muy lejos. Cuando el barco vuela también hay que tener en cuenta que hay que aterrizar y no existe un vuelo sostenido a través de las olas del atlántico y de ahí que cada aterrizaje, a nivel físico, te exige mucho. Has de estar timoneando y no puedes hacerlo 15 días durante 24 horas. Físicamente es imposible”, constata.

Carlos Manera Mini Transat 1081 Photo: James Tomlinson James Tomlinson

La Mini Transat 2023, que saldrá el 24 de septiembre desde Les Sables d’Olonne (Francia) y consiste en recorrer 4.050 millas, que son 7.530 kilómetros, en dos tramos (el primero hasta Santa Cruz de La Palma y el segundo hacia Saint-François en Guadalupe), está limitada a 90 barcos y Carlos Manera ya tiene su inscripción reservada. Es cierto que le faltan navegar solo 50 millas más para hacerle efectiva, pero estas las piensa cubrir en las próximas regatas que tiene en su calendario: la Fastnet de 600 millas (11 de junio, precisamente cuando es su cumpleaños) y la Puru Race (19 de julio) de otras 600 millas. Con acabar una de las dos ya tendría suficiente y así podría cumplir su sueño de participar, por segunda vez, en la Mini Transat.

Todavía queda camino por recorrer y Carlos Manera, actualmente, está en busca de patrocinios porque “el presupuesto que se necesita es muy alto. Todo se ha disparado en los últimos años. Yo me lancé a la piscina porque es mi sueño y ojalá encuentre apoyos porque es un proyecto muy bonito y con el que creo que puedo ganar. Espero tener todas las armas y recursos”, apostilla un navegante que cuenta con un apoyo total por parte de su familia y está tratando de superar las barreras de la vela oceánica. El presente le disfruta y el futuro le espera porque entre sus metas está, sin duda, competir en The Ocean Race (vuelta al mundo) y hacer una Vendée Globe en solitario.

Carlos Manera Mini Transat 1081 Photo: James Tomlinson James Tomlinson

Enrolado en el proyecto ‘22 días en 22 pies’

Carlos Manera participa en el programa educativo ‘22 días en 22 pies’ que propone a alumnos de primaria y secundaria seguir la regata transoceánica Mini Transat. El seguimiento de esta competición propicia el marco para unos aprendizajes con sentido, motivadores, contextualizados y globalizados para ayudar a comprender el mar y la cultura marítima de una manera total. Se fomenta la autonomía, la iniciativa personal, la creatividad, el pensamiento crítico y la capacidad de autoorganización. Y de cara a esta Mini Transat 2023 en la que Manera participará, cada centro educativo “apadrina” un/a navegante para realizar su seguimiento en tiempo real.

Lo más visto

Más noticias