Bea González y Delfi Brea, nuevo icono de resiliencia

Da la impresión de que en el pádel actual los grandes momentos se empiezan a vivir en las semifinales. Hoy, por ejemplo, Di Nenno, ganador de su partido, se ha saltado los protocolos y ha declinado el tiempo de la entrevista a los vencedores “porque los que tienen que hablar con ellos”: ellos eran Paquito Navarro y Juan Lebrón, que acaban de perder 7-5, 3-6 y 6.3, pero Martín, que siempre va un paso por delante, sabía que eran los preferidos de la afición y les cedió su privilegio, por respeto a los espectadores y a sus compañeros. Esa fue una lección, y luego llegó otra, la remontada de Delfi Brea y Bea González para ganar a Alejandra Salazar y Tamara Icardo: 6-4, 4-6 y 7-5; pero es que las ganadoras de Puerto Bello y Bruselas levantaron un 0-5 en la tercer manga, superaron cuatro bolas de set de sus rivales, y se convierten en un nuevo icono de resiliencia. Es la segunda vez que superan una situación parecida y tan extrema; lo hicieron el año pasado en Madrid, frente a Ari Sánchez y Paula Josemaría, para demostrar que su resistencia es ejemplar en un encuentro de tres horas de duración, maratoniano como casi todos. Este domingo (16:00) abren las finales en La Cartuja ante, precisamente, Ari y Paula

Esta temporada Bea y Delfi llevan los mismos torneos ganados que Ari Sánchez y Paula Josemaría, dos cada pareja, la dos y la una respectivamente. Este domingo (16:00) se romperá el equilibrio en cantidad, aunque en calidad mandan las uno. Ari y Paula, que no estuvieron en Puerto Cabello, hoy se han tomado su revancha particular ante Gemma Triay y Claudia Fernández, que las eliminaron en Bruselas: 6-3, 4-6 y 6-3. La derrota tal vez amargue a Claudia Fernández, pero la madrileña volvió a desesperar a Paula, que se desordenó más de la cuenta y obligó a su compañera Ari Sánchez a salir de su zona de confort para ganar el partido.

Stupaczuk y Di Nenno, la segunda mejor pareja de 2023, rebajada a la cuatro por las cosas de recolocación del ranking, parecían en horas bajas: habían estado en cuatro semifinales pero el último paso era imposible, porque en las puertas de cada una de ellas estaban Tapia y Coello y Galán con Lebrón o Chingotto. De hecho en Bruselas no llegaron a las semifinales por primera vez en diecisiete meses. Hoy no lo tenían sencillo ante Paquito, el héroe local, y Lebrón. En un partido de errores, como corresponde al grado de exigencia que impone el rival, fue Di Nenno el que se hizo el amo del encuentro, y sus puntos de volea sacaron adelante a los Superpibes.

El último partido del día fue un intenso Galán-Chingotto (3) ante Tapia-Coello (1). Los números uno querían la revancha de Bruselas, pero no se dio el caso en una tarde en la Tapia estuvo lejos del nivel de costumbre, como si estuviese agotado, lo cual cambia el balance de la pareja. Enfrente, Chingotto ha metido una nueva velocidad en su juego, llega a todas, aparece en cualquier parte, se suelta en el remate, y Galán en está tan motivado como en sus mejores días: 6-3 y 7-5, con momentos en los que saltaban chispas, con errores (Galán se vendió en tres remates sencillos para él, que eran puntos de juego), con aciertos, con los cuatro jugadores por los suelos peleando por levantar bolas imposible. Curiosamente fue el único encuentros de semifinales que se decidió en dos mangas.