Arrarte: “Que confíen en ti para liderar un equipo es una gozada”
El cántabro es el patrón del WindWhisper Racing Team, que lidera la The Ocean Race VO65 Sprint. Charla con AS y desvela que fue una pena no poder sacar adelante un proyecto español para participar en esta vuelta al mundo. Eso sí, en el futuro se volverá a intentar.
Pablo Arrarte (11-11-1980, Santander) es Patán, como se le conoce entre pantalanes. Este navegante oceánico ha disputado cuatro The Ocean Race y actualmente es el patrón del WindWhisper Racing Team, que compite en la VO65 Sprint. Se cita con AS en Aarhus, donde este jueves se vive la salida de la sexta etapa para los IMOCA y la segunda para los VO65. La flota pondrá rumbo a La Haya y, precisamente, el WindWhisper es quien tratará de mantener el liderato en la categoría V065. ‘Patán’ fue fue olímpico en 2004 junto a ‘Chuny’ Bermúdez de Castro en la clase Star (acabaron décimos) y, pese a que es delineante, siempre ha estado lanzado al mar. Debutó en The Ocean Race con el Telefónica Azul en 2008-09 a las órdenes de Bouwe Bekking. Después fue uno de los cañas del Team Telefónica en 2011-12 y también compitió a bordo del Team Brunel holandés en 2014-15. Su cuarta vuelta al mundo fue como número dos de Xabi Fernández a bordo del MAPFRE. Ahora disfruta de la responsabilidad de ser patrón y está exprimiendo la oportunidad.
Antes que nada. ¿De dónde sale el apodo de ‘Patán’?
(Sonríe). Desde muy pequeño. En Santander somos muy dados a poner apodos y salió cuando era jugador de hockey de niño. Aprendí a jugar a la vez que a patinar y me decían que era patán. Después fui creciendo y bauticé a mi barco como ‘Patán’. Todo el mundo me conoce así y me gusta, es gracioso.
¿Cómo le salió la oportunidad de ser el patrón de un barco polaco?
Es que donde recibo más trabajo es en el extranjero porque, por desgracia, en España no hay demasiada actividad profesional. Debuté en una vuelta al mundo siendo muy joven y eso es algo que te pone en el escaparate. Llevo varios años en los que en España no hago nada y es todo fuera. Es cierto que esta vez no tenía previsto participar en The Ocean Race, pero contactaron conmigo desde este barco polaco porque les faltaba un patrón y aquí estoy. Me encajaba en el calendario porque donde competimos nosotros, que es la VO65 Sprint, son solo tres etapas (no estará en la última) y es una experiencia totalmente nueva para mí. Lo tomo como una gran oportunidad y una experiencia.
Su barco es el WindWhisper y es su primera experiencia como patrón. ¿Cómo lo lleva?
Muy bien porque además lo puedo compaginar con mis hijos, que tienen 3 y 1 año. Intento estar en casa lo máximo posible porque mis hijos son muy pequeños y no me quiero perder muchas cosas. Tenemos un equipo que apareció un poco tarde, pero hay una muy buena mezcla entre juventud y experiencia. A los jóvenes, aquí, se les abre la puerta de entrada a dar una vuelta al mundo y es excelente. De momento llevamos una etapa y ganamos, así que muy felices. Ahora vamos a por la segunda, que nos llevará a La Haya, y a seguir dando guerra.
En la primera etapa contó con Willy Altadill y ‘Ñeti’. ¿Cómo es estar sin ellos?
Pues voy un poco perdido (bromea). Los quise conmigo, pero ahora por sus compromisos no se pudo. Trabajamos con la Sailing Poland, que apuesta mucho por los jóvenes y creo que es muy bueno. Hay que dar oportunidades.
¿Le veremos ya solo de patrón a partir de ahora?
Esta es una gran oportunidad que estoy tratando de aprovechar. Lo que siento es que desde que empecé a navegar siempre he ido para arriba, pasos para atrás he dado en muy pocas ocasiones. Este es un pasito más. Tener la responsabilidad y que confíen en ti para liderar un equipo siempre está muy bien, es una gozada. Hay más responsabilidad, acostumbrado a que sea otro quien toma las decisiones finales. Incluso ahora hablaba con el jefe de la tripulación y de cómo organizar las cosas y no es fácil decirle a un chico jóven que se queda fuera... son cosas que antes no era mi papel. Siempre me he dedicado a navegar. Pero hago lo que me gusta y es increíble.
Su WindWhisper compite en la VO65 Sprint, que no da la vuelta al mundo...
Sí por eso yo no la cuento como mi quinta vuelta al mundo. Nosotros no llegamos al océano Sur ni pasamos ninguno de los cabos importantes (Buena Esperanza, Leeuwin y Hornos). Aunque esto no quita que sea una competición emocionante y espectacular. Muy bonita. Está claro que si fuese patrón de un barco que da la vuelta al mundo estaría con mucho más lío, pero me encanta. Lo disfruto mucho.
Un detalle. En la rueda está la palabra ‘vamos’...
Sí, es que este equipo polaco, después de la última vuelta al mundo, compró el MAPFRE. El ‘vamos’ estaba por todos los sitios, aquí gustó mucho y lo han mantenido.
Son los líderes de la VO65 Sprint. ¿Presión?
Sí, pero bonita. Prefiero ir primero que ir por detrás. Lo que tenemos claro es que las siguientes dos etapas serán muy duras porque ahora somos el rival a batir (ha ganado las dos In Port y la primera etapa) y el resto de equipos han subido el nivel, se han profesionalizado. Ojalá podamos llegar a Génova y ser los ganadores.
Támara Echegoyen es suplente en el IMOCA Guyot Environnement-Team Europa. ¿Sigue sin poderla convencer para que vaya con usted?
Ahí estamos (ríe). Hablé con ella hace seis días y ya le dije que igual que tiene que saltar a la palestra en el último momento. Me dijo que si tenía que hacerlo se hace, pero sigue con el Guyot. Ella está con ellos e igual no se puede escapar. Pero lo seguiré intentando. A ella le encantaría, pero tiene un compromiso y hay que cumplirlo.
Se intentó tener un barco español en la presente edición, pero al final no cristalizó. ¿Le molesta?
Yo lo veo de manera que tenemos suerte por tener un evento así, con cinco IMOCA y cinco VO65. Pero sí, lo cierto es que es una pena que no haya en esta edición. Hablé mucho con Xabi Fernández y con Pedro Campos de la posibilidad durante estos años de sacar un proyecto adelante y al final no se pudo. Lo que está pasando en el mundo no ayuda, aunque hay que ser positivos. Los españoles tenemos la suerte de seguir navegando en otros proyectos, aunque ojalá que para la siguiente edición haya barco español.
¿Cree que se conseguirá para 2026-27?
Mucha gente se ha quedado con la espinita clavada y sí, soy optimista. Sabemos que la vela es lo que es, no es un deporte de masas, y a la hora de pedir patrocinios es complicado. Pero hay ganas. En España hemos disfrutado de muchos proyectos y si que en algún momento debía haber un parón. Me quedo con que mucha gente lo echa de menos y hay que recuperar esa tradición de tener un barco español dando la vuelta al mundo. Volverá.
¿Se sigue mareando mientras navega?
(Ríe) Me he mareado toda la vida, una pasada. Es una tara que tengo y es lo que hay. Pero también le digo que en la primera etapa con los VO65, que fue muy dura, no me mareé por primera vez en mi vida. Es una sensación muy diferente. Tener la oportunidad de disfrutar y no tener problemas ha sido muy bueno. Pero ni idea por qué ha sido, quizás la responsabilidad. Me gusta la sensación de no marearme en un barco.
¿Quiere que sus hijos sigan sus pasos?
Evidentemente, me gustaría que estuvieran ligados con la vela. Aunque también sé que yo tengo mucha suerte, que vivo de esto, y hay mucha gente que lo ha intentado y no lo ha logrado. Es difícil. Eso sí, me encantaría que les gustase, lo primero. Y si después apuestan por ello, les apoyaré.