Alinghi y American Magic se resisten a morir

Las semifinales de la Copa de desafiantes de la Copa América pasan a una fase de vivir entre la agonía y la esperanza. Depende de si se ve el vaso medio lleno o medio vacío, pero lo que es seguro es que Alinghi Red Bull Racing y American Magic se resisten a morir, a decir adiós a la carrera por la Jarra de las Cien Guineas. Siguen necesitando un ‘milagro’ para remontar, pero este lunes salvaron el primer ‘match point’ porque los suizos vencieron, en la única prueba que disputaron este lunes por la falta de viento, a Ineos Britannia y los americanos hicieron lo propio con Luna Rossa Prada Pirelli. En los marcadores de ambas semifinales luce un 4-1 y, aunque Alinghi y American Magic continúan en el alambre, se agarran a un clavo ardiendo. Por lo menos hasta el miércoles, que será cuando se reanude la competición (mañana, martes, es día de descanso) y se recuperarán las dos pruebas aplazadas de este lunes.

Barcelona puso de su parte para mantener la intriga y no dar por acabadas las semifinales de esta Copa de desafiantes porque las condiciones climatológicas, con un viento residual, que se vivieron este lunes desquiciaron a los regatistas. En la primera prueba, en el duelo entre Ineos Britannia y Alinghi, cayó de tal manera el viento que obligó a los suizos a cruzar la línea de meta flotando. Sin vuelo, el espectáculo se resiente, pero en definitiva, Alinghi, se apuntó el primer tanto. Arnaud Psarofaghis, timonel del equipo suizo, lo tuvo claro: “Me da igual cruzar la línea de meta volando a 40 nudos que flotando a 9. La victoria sirve igual. Vamos a seguir peleando, esperamos seguir mejorando”.

Solo hubo tregua de viento y, por lo tanto, lucha sobre el agua en dos (una por semifinal) de las cuatro pruebas previstas. Eso sí, la primera, entre Ineos Britannia y Alinghi, fue lenta y estuvo repleta de suspense. La falta de viento retrasó la salida diez minutos, pero lo peor estaba por llegar. Una caída brutal de viento provocó que los AC75 de Ineos Britannia y Alinghi quedasen planchados y se sufrió para cruzar la línea de meta dentro de los 45 minutos máximos de prueba. De hecho solo lo lograron los suizos. En la salida hubo un viento de 9,3 nudos (17 km/h) y el foco se lo llevó Alinghi al cometer un fuera de línea. Tuvieron que dejar 75 metros de ventaja a los británicos, aunque el destino les tenía deparada una sorpresa. Pese a pasar la segunda boya con un minuto y diez segundos de desventaja, Ineos Britannia se quedó planchado y los suizos, tras una gran lectura del campo de regatas, no solo recortaron la distancia, sino que se pusieron por delante y tiraron millas. Al final del tercer tramo, los británicos volvieron a caer al agua y ahí se acabaron sus opciones de ganar y finiquitar su semifinal. La caída del viento ya no dejó volar a ninguno y todo pasó a ser un espectáculo difícil de digerir. Alinghi flotó por debajo de los 2 nudos (3,7 km/h) e Ineos Britannia sobrevivió en una media de 7 (13 km/h). En el centro del campo de regatas solo hubo 4 nudos (7,4 km/h) de viento y el Comité acortó el recorrido de seis a cinco tramos. Únicamente cruzó la línea de meta Alinghi y lo hizo en 41 minutos y 22 segundos, a poco más de tres minutos del tiempo máximo (45′).

Para la segunda prueba de la jornada, entre Luna Rossa Prada Pirelli y American Magic, tocó volver a sudar para poder competir. El viento subió ligeramente y se dio la salida, pero hubo momentos repletos de problemas por los pozos de viento. La salida estuvo igualada, aunque la diferencia en la primera boya fue de 17 segundos a favor de los italianos. Estos aguantaron en la segunda boya, también, pero en el tercer tramo todo saltó por los aires y empezó la batalla real, con cruces y viradas cada vez más agresivas y certeras. American Magic realizó dos protestas contra Luna Rossa por entender que no respetó la distancia de seguridad entre barcos, pero no tuvo razón. La llegada a boya fue trepidante y, aquí, fallaron Francesco Bruni y Jimmy Spithill. Intentaron buscar a los americanos, pero Tom Slingsby movió su AC75 a la perfección y salió triunfal. Los italianos cayeron al agua, se quedaron sin vuelo y los americanos navegaron sin oposición hacia la victoria. El 4-1, como a los suizos, les da esperanzas y van a apurar todo lo posible. Además, en la vela, el mensaje es claro: ‘hasta que no se cruza la línea de meta en la última prueba nada se puede dar por decidido’.

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