Commanders y Dolphins: dos ejércitos a ritmo de hip-hop en Madrid
Las franquicias que el domingo protagonizarán el Madrid Game entrenan por primera vez en la ciudad. Una coreografía que se ejecuta con disciplina militar.
Un sol impropio de noviembre cae sobre Valdebebas. Son las 10:00 de la mañana y la sala de prensa de la ciudad deportiva del Real Madrid burbujea. Es la expectación por la primera comparecencia ante los medios de los Washington Commanders, que este miércoles se ejercitaron por primera vez allí con vistas al partido que disputarán el domingo (15:30, DAZN y Cuatro) ante los Miami Dolphins en el Santiago Bernabéu, el primero de la NFL en tierras españolas. Cerca, al otro lado de la M-11, en el Estadio Metropolitano, trabajan los de Florida.
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Observar de cerca una de las sesiones es toda una experiencia en sí misma. Los altavoces escupen hip-hop mientras un pelotón de entrenadores, armados con silbatos y bocinas, dirige a las tropas con rigor marcial. En cierto momento la playlist escora hacia el pop, empieza a sonar Empire of the Sun y el colectivo afroamericano, el dominante en ambas plantillas, tuerce el gesto. Tienen su parte de razón. Como contraste no está mal, pero Walking on a dream no parece la vibra óptima para acompañar los impactos ente moles que, en la mayoría de los casos, exceden ampliamente el 1,90 de estatura y los 100 kilos de peso. El tópico aquel de que la televisión nunca da una idea real de la magnitud de lo que hay en un terreno de juego adquiere aquí toda una nueva dimensión.
Un detalle que llama la atención en el entreno de los Dolphins son las protecciones que lucen en la cabeza varios de sus integrantes. Es una prueba más de la NFL tomándose en serio el problema de las conmociones. Los ejercicios, una coreografía en la que los más de 50 jugadores de cada plantel se distribuyen en grupos en función de sus posiciones, son de los que descolocan mandíbulas. Los líneas defensivas empujan pesadas estructuras metálicas como quien abre una puerta, los quarterbacks lucen brazo en lanzamientos que desafían las leyes de la física, los linebackers tratan de zafarse de bloqueos con una agilidad que poco o nada se corresponde con su tamaño... De fondo, Pusha T, Kendrick Lamar o Eminem marcan el compás. Pasados unos minutos se cierra el telón a la prensa, los equipos completan la parte de su trabajo que no se puede dejar al escrutinio público y empiezan a desfilar protagonistas por los estrados.
Mike McDaniel, entrenador jefe de los Dolphins, describe su idilio con Madrid. Está “muy impresionado” por el Metropolitano, un recinto de “primera clase”. “Es mi tercer partido internacional, y poder viajar y visitar diferentes culturas mola. Ayer di un paseo y me gustó mucho la ciudad”, dice Tua Tagovailoa, el quarterback y uno de los líderes de la estructura de Florida. “Nunca pensé que jugaría al fútbol americano fuera de Estados Unidos, y ver cómo crece internacionalmente la liga es muy guay”, le sigue Tyler Biadasz, línea ofensiva de los Commanders. La única pega, que en realidad no es tal, la pone Sam Cosmi, compañero de línea de Biadasz. Se ha despertado “pronto” y con “hambre”, culpa del jet lag, ha abierto “TikTok” y Madrid le ha mostrado toda su riqueza gastronómica. Una tentación que al menos hasta la noche del domingo, cuando “habrá que probar las tapas”, toca evitar.
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