EE UU
6
Europa
2
Finalizado

GOLF | SOLHEIM CUP

Nelly Korda enseña el camino a EE UU

La número uno del mundo suma dos victorias, la de la tarde por aplastamiento, y Estados Unidos siembra en su misión de recuperar la copa.

SCOTT TAETSCHAFP

La sesión de fourballs vespertina fue un apéndice de la matinal de foursomes y la Solheim cogió color barras y estrellas este viernes. El 3-1 del primer turno se repitió horas después para un 6-2 total, comandado en todo momento el equipo estadounidense por la número uno del mundo, Nelly Korda, que en un año para el que cualquier calificativo suena escaso, el de las seis victorias con cuatro seguidas entre marzo y abril, anunció que se ha guardado munición para la última misión del año, recuperar la copa para el Tío Sam tras tres ediciones sin olerla.

La prodigiosa hija del extenista checo Petr Korda, un físico de IA que produce el swing perfecto, desplegó todo el abanico en un viernes con pleno: del 3&2 de la mañana junto a Allisen Corpuz pasó a un imponente 6&4 junto a la carismática Megan Khang en el formato de bola propia. Juntas fueron una auténtica trituradora, que se paseó por el campo generando opciones constantes de birdie, cuando no era una era la otra y a veces incluso ambas, y dejando gestos de complicidad. Reconocerían después que llevaban tiempo queriendo ser pareja. Se notó, y es altamente probable que se repita en la sesión de fourballs del sábado. La inglesa Georgia Hall y la irlandesa Leona Maguire, que habían calentado banquillo por la mañana, se deshicieron como azucarillos ante la ofensiva de la dupla norteamericana, que se destacó con cuatro birdies consecutivos sin respuesta en el tramo amable entre el 5 y el 8, con dos pares 5. El eagle de Korda al 14, que consumó la victoria local por 6&4, fue un perfecto epílogo del partido.

Resultados de los fourballs vespertinos

Nelly Korda y Megan Khang 6&4 a Leona Maguire y Georgia Hall

Anna Nordqvist y Madelene Sagstrom 6&5 a Lexi Thompson y Alison Lee

Lauren Coughlin y Sarah Schmelzel 3&2 a Emily Kristine Pedersen y Maja Stark 

Rose Zhang y Andrea Lee 5&4 a Charley Hull y Linn Grant

Por detrás, para alivio de Suzann Pettersen, se estaba fraguando otro torrente de juego imparable, este favorable a los intereses del Viejo Continente. No hay Solheim sin protagonismo escandinavo, y el relevo de Stark y Pedersen, las únicas triunfadoras de la mañana en el bando visitante, lo tomaron en la sobremesa las suecas Anna Nordqvist y Madelene Sagstrom, que salieron frescas tras descansar en el primer acto. Dieron tregua hasta el siete, cuando abrieron la Caja de Pandora. Del 8 al 13 ganaron seis hoyos consecutivos, triturando a Alison Lee en su vuelta a una Solheim nueve años después y a Lexi Thompson en la que será la última de su carrera.

6&5 y golpe devuelto, pero los dos últimos partidos no sonrieron a Europa. En el tercer punto repetían Stark y Pedersen, enfriadas a manguerazos por una insospechada dupla rookie que Stacy Lewis se sacó de la manga, Coughlin y Schmelzel, que ya habían sumado por la mañana junto a Zhang y Vu respectivamente y mezclaron de fábula juntas. Tiraría del carro especialmente la segunda, hasta ahora la revelación de la edición. En el primer duelo estuvo más discreta, acompañando a una Vu con más curriculum en la cita, pero en el segundo se echó el partido a la espalda embocando una autopista de putts importantes. Hasta cinco birdies sumaron entre ambas novatas, cerrando todas las puertas que trataban de abrir Stark y Pedersen, que acabaron claudicando en 3&2.

El fiasco de la jornada, porque era un binomio que olía a gasolina de alto octanaje, llegó en el último envite, en el que Linn Grant y Charley Hull sucumbieron ante Andrea Lee y una Rose Zhang que empieza a cogerle el tranquillo a la competición tras una primera aparición agridulce en Málaga. Entre las dos hicieron muchísimo daño en los greenes y acumularon nueve birdies y tres eagles, una producción ciertamente imparable desde que en el quinto hoyo empataron un choque que hasta entonces habían manejado las europeas, que acabaron yéndose con un 5&4 en contra jugando bien. La buena noticia, en un día que dejó tocada la posición en el equipo de jugadoras como Hall o Boutier y apuntó al contingente nórdico como la clave de bóveda del equipo europeo en su intento de ganar el torneo por cuarta vez consecutiva, es que el viernes no fue muy diferente hace un año en Finca Cortesín. Como dijo Pettersen, “hay mucho trabajo por hacer”. Pero ya saben cómo acabó aquello.

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