Mordisco de Rahm a Scheffler en el primer asalto por el uno
El vasco tira un -2 en el primer día en Muirfield, poco productivo para el tejano, que firma un +2, solo su séptima ronda sobre par del curso.
Decir que es su jardín particular sería osado, pero no es nada descabellado pensar en Muirfield Village, la casa de The Memorial, el torneo de Jack Nicklaus, como uno de los lugares fetiche de Jon Rahm, que tras fallar el corte en su primera aparición en el trazado de Ohio (EE UU), allá por 2017, volvió en 2020 para proclamarse campeón, defendió virtualmente el título en 2021 (solo un extraño positivo por COVID, cuando tenía la victoria prácticamente amarrada, evitó la oficialidad de esa afirmación) y firmó un décimo puesto la temporada pasada. Camino de cotas similares va este año tras el -2 que firmó este jueves en la primera ronda, que le dejó séptimo en casa club.
Jon, que es el quinto jugador que más puntos para el ranking mundial ha acumulado en este torneo, cerca de la centena, en el lapso 2013-2022, abrochó 18 hoyos sólidos. Sin grandes alardes, pero que sirven a la causa de intentar sumar la quinta victoria del curso y, de paso, recuperar el número uno del mundo. A esta última contribuyó también el actual inquilino del trono, un Scottie Scheffler que se fue a guarismos poco habituales en él. El +2 del tejano es solo su séptima ronda sobre par esta temporada, en la que ha jugado 15 torneos con dos victorias, un segundo puesto y once top-10. Solo ha salido del top-25 en una ocasión y tendrá que remar para que esta semana no sea la segunda, pues ocupaba la 68ª plaza provisional a falta del turno vespertino.
Volviendo a Rahmbo, tuvo un día ordenado, 12 de 14 calles alcanzadas y 15 de los 18 greenes, estadísticas que se materializaron en cuatro birdies y dos bogeys. El primero, en el 18 (salió por el 10), precisamente en el que rompió el que hasta ese momento era un registro inmaculado de precisión desde el tee. Fue poco dañino, porque venía de pegar el mejor hierro del día en el 17, donde la dejó a un metro escaso del agujero. Se enredaría también en el 1 tras quedarse corto en la salida. Obligado a jugar un hierro largo, se cruzó el green mientras Morikawa y Day, sus compañeros de partido, que pegaron dos cañonazos de entrada, se dejaban birdies dados.
En cualquier caso los dos tropiezos consecutivos fueron un acicate para el vizcaíno, que se recuperó con un dardo en el 2 y un putt largo en el 3. No pudo con el par 5 del quinto, un dogleg derecha en el que la presencia del agua obliga a una estrategia moderada, pero sí le sacó jugo al último segmento largo del día, el del séptimo, en el que pegó su mejor drive y casi embocó el eagle con una delicatessen desde el bunker. A expensas de la segunda oleada, figura a dos golpes del líder en casa club, el inglés Matt Wallace con -4, cerca de las dos primeras plazas por las que pasan los escenarios que le devolverían, capote de Scheffler mediante, a la cima de la lista mundial.