Atletismo

Premio histórico del atletismo español: María Pérez, la mejor del año

La granadina es designada como la mejor del curso en pruebas en ruta en la gala anual de World Athletics, reconocimiento inédito en este país.

SEBASTIEN NOGIER
Nació en Madrid en 1995. Doble grado en Periodismo y Audiovisuales por la Rey Juan Carlos. Un privilegiado, hace lo que siempre quiso hacer. Entró en AS en 2017 y se quedó. Salvo un paréntesis en Actualidad, siempre en Más Deporte. Allí ha escrito sobre todo de rugby, golf y tenis. Ha cubierto el British Open, la Copa Davis o el Mutua Madrid Open.
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María Pérez es la mejor atleta de 2025 en pruebas en ruta. Así lo ha decidido World Athletics, que anunció esa distinción este domingo en su gala anual, celebrada en Mónaco. Se premia así la brillante campaña de la granadina, que en los Mundiales de este año se colgó el oro tanto en 20 km como en 35 km. Su segundo doblete mundialista consecutivo, algo solo conseguido anteriormente por Usain Bolt, Carl Lewis y Mo Farah. Territorio inexplorado hasta hace unos meses para el atletismo español, como el que pisó de nuevo este domingo. Nunca antes un atleta de este país había recibido este galardón.

El sistema actual, introducido el año pasado, consta de tres categorías: mejor atleta de carreras en pista, mejor atleta de concursos y mejor atleta de pruebas en ruta. Para optar al premio definitivo, el de mejor atleta del año, hay que ganar una de esas tres divisiones. Pérez se impuso en su categoría a la keniana Peres Jepchirchir. En carreras de pista competían la neerlandesa Femke Bol y la estadounidense Sydney McLaughlin y en concursos la estadounidense Tara Davis-Woodhall y la australiana Nicola Olyslagers. McLaughlin y Olyslagers resultaron las ganadoras, y la votación final coronó a McLaughlin, constatando de nuevo que la marcha vende menos que otras vertientes del atletismo. Sidney une a un selectísimo club, en el que ya figuraban Florence Griffith, Merlene Ottey, Jackie Joyner, Paula Radcliffe o Shelly-Ann Fraser-Pryce entre otras.

“Muchísimas gracias a todos los que me han votado. Cuatro medallas de oro consecutivas en Mundiales no es nada fácil. Sin mi equipo de trabajo, sin Jacinto (Garzón, su entrenador), no sería posible. Es un premio de toda la comunidad del atletismo español y de la marcha. Seguir trabajando pese a mis problemas técnicos en la sombra para que luego se vean los resultados ha sido muy bonito” aseguró Pérez tras recoger el reconocimiento. Hasta se acordó de su íntima amiga y rival, la italiana Palmisano: “Puedo enfrentarme a mi ídolo y a mi rival, pero también tener una amiga como ella”. Esta conquista tiene más valor si cabe por lo que ha tenido que atravesar para ser tenida en cuenta como la mejor en lo suyo, un rosario de problemas técnicos que le costaron varios tragos amargos en forma de descalificaciones antes de esta etapa dorada de su carrera. Además de su excelencia, se premia su perseverancia.

No era el único apartado en el que España presentaba candidatura, pues la RFEA estaba nominada en la categoría de mejor federación miembro, pero ahí fue China quien se llevó el gato al agua. Entre los hombres, competían por el trono de la pista el estadounidense Noah Lyles y el keniano Wanyonyi; por el de la ruta, el keniano Sebastian Sawe y el tanzano Alphonce Simbu, y por el de los concursos el sueco Mondo Duplantis y el italiano Mattia Furlani. Wanyonyi, Sawe y Duplantis resultaron ganadores y, de ellos tres, la corona absoluta fue para Mondo, en un año en la que ha batido su propio récord del mundo de salto con pértiga hasta cuatro veces.

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