Los Bills sobreviven a unos revoltosos Dolphins
El equipo de Buffalo superó con problemas a los de Miami, que se llegaron a colocar por delante en el marcador tras remontar 17 puntos de desventaja.
El partido que, sobre el papel, se presentaba como el más desigualado de la ronda de Wild Card acabó por ser uno de los más justos y emocionantes. Los Buffalo Bills tuvieron que remangarse para sacar un sufrido triunfo ante unos correosos Miami Dolphins por 34-31 en un duelo en el que la sombra de la sorpresa se posó sobre el Highmark Stadium. Unos Dolphins comandados por Skylar Thompson, el tercer quarterback de la rotación, llegaron a colocarse por delante tras remontar 17 puntos de desventaja, aunque los Bills tiraron de galones para evitar lo que hubiese sido una hecatombe.
Los de Buffalo, segundos de la AFC, encaraban la primera ronda de los playoffs como un mero trámite frente a unos Dolphins que se hicieron con el último puesto para la temporada en la última jornada. El año de Miami había sido una constante montaña rusa, llegando a enlazar cinco triunfos seguidos con cinco derrotas consecutivas. A los playoffs llegaban sin Tua Tagovailoa, fuera de forma indefinida tras sufrir la tercera conmoción cerebral en lo que va de temporada, y con el rookie Skylar Thompson a los mandos. En el último partido de temporada regular, Thompson ya mostró serios problemas para dirigir el ataque de los Dolphins, y es que a lo largo de 2022 apenas sumó un pase de touchdown en 105 intentos. Unos Bills a pleno rendimiento tras olvidar poco a poco el susto de Damar Hamlin partían como claros favoritos con el quarterback Josh Allen como claro líder.
Los pronósticos se cumplieron en el arranque del encuentro: los locales anotaron touchdown en dos de sus tres primeras posesiones, mientras que el ataque de los Dolphins apenas sumó 19 yardas en todo el primer cuarto. Antes de haber completado ningún pase, Thompson ya había sido interceptado en una ocasión y se anticipaba una larga tarde para los de Miami cuando los Bills se colocaron 17-0 en el marcador. La conexión inicial entre Josh Allen y Stefon Diggs fue demoledora, con el receptor cerrando el primer cuarto con 96 yardas de recepción (algo que no se veía desde 2016). Sin embargo, en el segundo cuarto cambió la película. Allen cometió errores impropios de un jugador de su talla y lanzó dos intercepciones cuando, hasta la fecha, tan solo llevaba una en seis partidos de playoffs disputados.
Esta cadena de fallos le dio vida a unos Dolphins que anotaron en cuatro posesiones seguidas (tres field goal y un touchdown) tras una clara mejora de Skylar Thompson, quien se quitó de golpe los nervios iniciales. Los de Miami respondieron también con 17 puntos sin respuesta, y llegaron a igualar el encuentro antes de marcharse al descanso perdiendo por 20-17. El partido había cambiado y los visitantes demostraron que no estaban por Buffalo de paseo. El buen momento de los Dolphins se prolongó a la vuelta de vestuarios, cuando su defensa anotó un touchdown después de provocar un fumble de Josh Allen. Por delante en el marcador por primera vez en toda la tarde, los de Florida metieron el susto en el cuerpo a unos Bills que no se podían permitir una eliminación así. La derrota del año pasado en ronda Divisional ante los Chiefs fue demasiado dura para ellos, y caer de esta manera pondría serias dudas sobre el proyecto.
Les tocó ponerse el mono de trabajo a Allen y los suyos. La defensa comenzó a contener nuevamente a los siempre peligrosos Tyreek Hill y Jaylen Waddle, y dos touchdown de pase de Josh Allen les hizo recuperar una cómoda ventaja. Pronto se vio reducida gracias a un nuevo touchdown de Miami tras una secuencia de jugadas digna de un equipo muy serio. Por raro que parezca, esta anotación a falta de 10 minutos para el final fue la última del partido. Miami, que necesitaba tres puntos para igualar el duelo, no fue capaz de convertir un cuarto down clave. Sí que lo lograron los Bills en una controvertida decisión arbitral, y con el desgaste del reloj llegaron a la conclusión del encuentro. Muy sufrido triunfo de unos Buffalo Bills que se presentaban a los playoffs como un serio candidato al anillo, pero que después de la ronda de Wild Card dejan dudas. En una semana les tocará disiparlas ante los Cincinnati Bengals, que batieron a los Baltimore Ravens también con sufrimiento, en la ronda Divisional, barrera en la que cayeron el año pasado.