Hiraide y Nakajima logran ascender por la intacta muralla norte de Tirich Mir en estilo alpino

Kazuya Hiraide (3 veces Piolet D’Or), friend de Ternua, y su compañero de cordada Kenro Nakajima han conseguido un reto inédito: ascender por la intacta muralla norte de Tirich Mir (7708m) en estilo alpino. Todo apunta a que les va a valer una candidatura al Piolet d’Or. Hicieron cumbre el 23 de julio, tras 6 días de ascenso. Afortunadamente, las condiciones de la montaña fueron buenas. Hiraide confirma que se encuentran bien y comenta: “Creo que nadie había escalado la cara norte porque no tenía la mente inquieta para encontrar ese desafío”.

Por su parte, los catalanes Bru Bronson y Oriol Baró han repetido la vía catalana del año 82 del Saraghrar (7200m). Aquel 1982 una expedición catalana formada por Enric Lucas, Nil Bohigas y Juan López, se animaba en una de esas aventuras que parecen al alcance de muy pocos alpinistas, lograr alcanzar por la cara noroeste una de las cimas secundarias del Saraghrar, en Pakistán. 40 años más tarde lo han vuelto a hacer, pero esta vez en estilo alpino, Marc Toralles, Bru Busom, Oriol Baró y Guillem Sancho. Después de seis días y superar 2000m de escalada, dos de los integrantes de la expedición, Toralles y Busom, consiguieron repetir la Vía en estilo alpino y, tal y como cuenta Oriol Baró, así lo vivieron. “El primer día salimos del base casi lloviendo y la meteo nos ayudó mucho. El segundo estuvo nublado pero correcto, escalamos un montón. El tercero fue clave: la nevada de la noche dejó una capa de verglás en la roca muy difícil de negociar, pero Bru tomó las riendas y todos le seguimos. El cuarto día fue muy largo, madrugamos y a mediodía ya estábamos a casi 6800m. Allí nos llegó un mensaje de que se esperaba mal tiempo para el día siguiente. Guillem y yo nos dedicamos a montar los rapeles, mientras Marc y Bru intentarían la cima. El quinto día llegamos con Guillem y el sexto ya estábamos todos de vuelta en el Campamento Base.”

Antes de la repetición de la ruta catalana del 82 intentaron abrir una ruta nueva, pero sin éxito, comentan: “Al oeste del inicio de la ruta georgiana destaca un pilar especialmente bonito, este fue nuestro primer objetivo, después de un par de días preparando la ruta, nos metimos en la pared con 200m de estática, montamos dos campos y escalamos hasta el fin de lo que parecía más difícil, pero el quinto día nevó mucho, las condiciones nos parecieron impracticables y decidimos bajar. Escalamos un total de 15 largos 6c/A3″.