Alcaraz se cita con Rafa Nadal
El murciano, que roza el 90% de triunfos en hierba, lleva 13 seguidos, a uno de la mejor racha del balear. Se mide en octavos con Jack Draper, viejo conocido.
Quizá sea pronto, porque campeones de Wimbledon ha habido muchos a lo largo de la historia. Pero si aún no se puede entronizar a Carlos Alcaraz como nuevo rey de la hierba sí puede decirse que la corona no le quedaría grande. Con su victoria este martes en primera ronda de Queen’s, el torneo en el que inició su doblete sobre esta superficie el año pasado, rematado después en el All England, ya acumula 13 consecutivas en el pasto, a una de igualar la mejor racha de Nadal. Son 20 en total, por tres derrotas, a lo largo de su carrera. No pierde desde octavos de Wimbledon 2022. Un balance tremendo.
Alargar el idilio implica batir este jueves (y no el miércoles, como había solicitado para poder disfrutar del duelo de la Eurocopa de fútbol entre España e Italia), en el segundo turno de la pista central del coqueto club londinense (no antes de las 14:30, en Movistar Deportes 2) al número 31 del mundo, Jack Draper. Un producto de la aristocracia tenística británica, hijo de una exjugadora y un directivo de la Lawn Tennis Association, el organismo rector de este deporte al otro lado del Canal de la Mancha, que empezó a los tres años con la raqueta y creció idolatrando, cómo no, a Sir Andy Murray.
Modelo en sus ratos libres fuera de las pistas y amante del Brit Pop como buen inglés nacido en los 90 (larga vida a Oasis), Draper es un producto al alza. Llega igualando el mejor ranking de su carrera, con un récord de 18-12 este año y campeón de Stuttgart precisamente la semana pasada. Cayeron bajo su yugo allí Tiafoe, Nakashima y Berrettini.
Zurdo como él es Cameron Norrie, con quien Alcaraz se entrenó este miércoles para aclimatarse a ese perfil. Aunque no le ha ido nada mal hasta ahora. De 32 encuentros que ha jugado contra zurdos, ha ganado 25. Entre ellos dos al propia Draper, en Basilea 2022 y en Indian Wells 2023. “Le tengo mucho respeto. También por cómo es fuera de la pista. Es muy majo, muy respetuoso. Es espectacular tenerle en el tenis”, dice el británico, que le conoció en el Royal Albert Hall durante un partido de veteranos en el que jugaba Ferrero. Será un hueso, y más con la pista a favor, pero lo que él tiene delante es un Everest, un Alcaraz que oposita al título de próximo monarca de la hierba.
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