Ingebrigtsen impone su ley
El noruego controló a en todo momento para ganar el 1.500 con 3:32:59 en la Diamond League de Rabat. Kerley dominó los 100 m y El Bakkali, héroe local.
Jakob Ingebrigtsen (22 años), se presentaba en Rabat, la tierra del rey del 1.500, Hicham El Guerrouj, con ganas de brillar tras una larga primavera en Sierra Nevada, preparando todo lo que viene este verano. Para empezar, en Marruecos, se impuso en la segunda parada de la presente Diamond League con un tiempo de 3:32:59, y la sensación de que podía haber dado mucho más si le hubiese hecho falta. El récord mundial del mito Hicham (3:26:00) sigue siendo un reto a superar para el menor de los hermanos Ingebrigtsen. En Rabat salió con dos liebres por delante: el polaco Sieradzki, hasta los 600 metros, y el francés Ranc, que aguantó hasta los 1.000.
La marca luminosa que acompañaba a los corredores era con la intención de lograr un tiempo de 3:31 que no llegó. Tampoco le hizo falta a Jakob, que de salida se abrió a la calle tres y después se puso por delante, justo tras las liebres, como le gusta. “Estoy contento. Me sentí bien y pude haber corrido mas rápido, pero era difícil tras la última curva por el viento. Gané esta carrera y tuve buenas sensaciones gracias a los entrenamientos que he tenido”, dijo Jakob tras su victoria. Mario García Romo, que abría su temporada de 1.500, fue sexto con 3:34:69. Un corredor que sabe lo que es correr en 3:30. Esto tan solo es el inicio. En el 1.500 femenino, el dominio fue de Etiopía, con tres corredoras en las tres primeras plazas encabezadas Tsegay, con récord del meeting (3:54:03).
Kerley ‘reta’ al ausente Jacobs
En la prueba reina de la velocidad, los 100 metros, el vigente campeón del mundo cumplió los pronósticos. Fred Kerley, con unos 50 metros finales espectaculares, paró el crono en 9.94. Fue plata en los Juegos de Tokio tras el italiano Marcell Jacobs, y es que pese a que en distintas declaraciones se retan, todavía falta que se vean por la pista esta temporada. Al ganar mostró gestos de rabia (”esta es mi mierda”, se le leyó en los labios), le dieron el ramo de flores de primer clasificado... y ni un segundo le duró en las manos. Lo lanzó a la grada casi tan rápido como su carrera.
En Rabat iba a estar Jacobs, pero unas molestias en el sacro le dejaron fuera. Tal vez acuda a Florencia, en su país, en la cita del viernes, también de la Diamond. Para el final de fiesta todos esperaba al héroe local, Soufiane El Bakkali, que soñaba con el récord del mundo, y por momentos lo vio cerca. Salió del último obstáculo con charco ligeramente trastabillado para acabar con 7:56:58, octava mejor marca de siempre, pero insuficiente para El Bakkali. Se golpeaba una mañana con el puño de la otra de frustración. La mejor marca de siempre es 7:53:63. Rápido cambió el chip y al igual que en años pasados, se enfundó la bandera de Marruecos y subió a las gradas para festejarlo con su gente. Marca personal y aún tiene mucha cuerda, porque es nacido en 1996. Una gran tarde en Rabat.