FÚTBOL SALA

Imanol Arregui: adiós a una leyenda del Xota

Abandona el Osasuna Magna un hombre con 15 años de jugador y 22 de entrenador: “Necesito descansar, respirar”

Imanol Arregui es un caso único en el fútbol sala y en el deporte mundial. Un profesional con 15 años de jugador y 22 de entrenador en el Xota, 37 en total, en un club humilde al que ha llevado a lo más alto a nivel nacional. “La temporada que viene no seré el entrenador de mi club. Necesito aire, respirar, porque, si no, me acabará pasando factura”, ha indicado en conferencia de prensa Arregui, quien ha contado con el apoyo del presidente, su hermano Tatono Arregui, así como de su plantilla, familiares y amigos para comunicar la noticia que ningún aficionado al Xota quería que llegase.

El entrenador de Osasuna Magna Xota señaló que la decisión de dejar el cargo fue tomada hace meses y pasaba por que el equipo no bajase a la categoría de plata. “Es una decisión durísima, han sido meses duros. Aquí absolutamente todo es personal, no sé hacerlo de otra manera”, destaca. “La temporada que viene estaré como un ‘hooligan’ en la grada. Seguramente lo pasaré peor que abajo, porque arriba no puedo hacer cosas. De verdad que lo necesito, los que están a mi lado saben de lo que estoy hablando. Han sido tres años durísimos, pero los hemos sacado gracias al espectacular vestuario que tengo”, recalcó el de Irurzun.

Tras comenzar en el Xota como portero a los 15 años, Arregui continuó jugando hasta los 30, momento en que decidió retirarse para tomar las riendas del equipo de su pueblo en la temporada 2001-02. Ha sido uno de los grandes artífices del crecimiento del club durante estos más de 20 años, en los que rozó la gloria en el 2010 con el subcampeonato liguero.

“He sufrido mucho, pero me lo he pasado de lujo”, ha rememorado sobre los “buenos y, sobre todo, malos momentos”. El navarro de 52 años ha pedido “más apoyos” para el club, porque “de verdad que estamos jugando con fuego”. “Creo que hay cosas más importantes que el dinero en esta vida. He tenido muchas ofertas, pero nunca he dicho de quién, porque me da igual y porque siempre he dicho que no. La mayoría me decidía en la primera llamada y nunca jamás me he arrepentido, pensaba que era lo que tenía y lo que quería hacer”, ha recordado sobre las innumerables llamadas de otros clubes recibidas durante estos años.

El vestuario no conoció su decisión hasta el día de ayer: “No lo sabía nadie más que Roberto Martil (capitán). Hubo un silencio absoluto, al final llevo toda la vida aquí y no entienden esto sin mí, pero lo importante es el escudo, no el nombre de detrás de las camisetas”. El míster se tomará unos meses de descanso para después participar en varios clínics por España y el extranjero. Entrenar a las categorías inferiores de la entidad es una de las opciones cuando vuelva a ponerse el mono de trabajo.

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