Carlota Ciganda, profeta en su tierra, lidera la reacción europea

El equipo europeo inició la Solheim Cup 2023 de Finca Cortesín (Casares, Málaga) con el pie izquierdo, dando una imagen nefasta al ceder los cuatro primeros Foursomes por primera vez en la historia del torneo bienial en el que se miden con Estados Unidos. Sin embargo, una reacción liderada por la local Carlota Ciganda, única española en el evento, llegó en los Fourballs de la tarde. Europa salvó los muebles y pasó del 0-4 al 3-5 en el total. Logró así mantener casi intactas sus opciones de conquistar el que sería su tercer título consecutivo, algo que jamás han logrado.

La capitana europea, Suzanne Pettersen, tomó ciertos riesgos a la hora de confeccionar las parejas de la mañana para los Foursomes, y le salió cruz. En el primer partido colocó a dos rookies, las suecas Linn Grant y Maja Stark, que pagaron la novatada y cedieron los tres primeros hoyos que disputaron frente a Lexi Thompson y Megan Khang. Lo cierto es que las nórdicas despertaron y llegaron a empatar el duelo, pero un doloroso fallo de Grant (que, a pesar de ello, fue de lo mejorcito de Europa) en el 17 les hizo sucumbir. No mejoraron las cosas por detrás, y el marcador se iba tiñendo. Ni siquiera fue suficiente con una excelsa Celine Boutier, que también aparcó sus opciones en el 17 y descansó por la tarde. Estados Unidos, que tampoco jugó un golf superlativo, aprovechó los regalos de su rival para colocar por la mañana un sonrojante 4-0, algo que jamás habían logrado las norteamericanas.

Para los Fourballs, Pettersen movió el árbol de su equipo, y obtuvo frutos. Apareció en escena Carlota Ciganda, que se había quedado en casa club por la mañana, y la estrella local agitó por completo a su equipo. Porque, cuando la navarra salió junto con Linn Grant en el último partido, que les enfrentó con Angel Yin y Ally Ewing, los otros duelos ya empezaban a tener mala pinta. La escocesa Gemma Dryburgh y la sueca Madelene Sagström habían perdido el primer hoyo frente a la promesa Rose Zhang y Megan Khang, y también caían tras dos hoyos la danesa Emily Pedersen y Maja Stark ante Jennifer Kupcho y Allisen Corpuz.

Pero llegó Carlota, profeta en su tierra. Declaración de intenciones de la española en el 1, que se lo adjudicó con un gran putt para birdie y pidió el apoyo de su público. Otro sensacional tiro en el 2 evitó el empate, y desde entonces Grant y Ciganda fueron una máquina perfecta que no dio opción a sus rivales: tan solo cedieron un hoyo, el 6, y consiguieron abrochar el triunfo en el 16 con cuatro de ventaja.

El empuje de la española despertó a sus compañeras, que necesitaban con emergencia sumar puntos si querían llegar al fin de semana con opciones. Y las europeas respondieron. Sobre todo la danesa Pedersen, que tuvo una secuencia mágica en cinco minutos: genialidad con la madera en el 11 desde el rough para dejarla dada y, a continuación, hoyo en uno al 12, el segundo en la historia de la Solheim. El chute de adrenalina que necesitaba Europa. Pedersen, que tuvo una mañana negra en los Foursomes, acabó por sacar un trabajado empate que supo a victoria, ya que impidió que Estados Unidos ganase un solo partido por la tarde.

Antes, Dryburgh y Sagström dejaron escapar con vida a Zhang y Khang tras remontar dos golpes de ventaja y ponerse uno arriba entre el 11 y el 14, aunque el empate no fue malo dado el contexto. Sobre todo porque se encargó de hacerlo bueno la irlandesa Leona Maguire, que la enchufó desde fuera de green en el 18 para ganar junto con la inglesa Georgia Hall a Lexi Thompson y Lilia Vu, número dos del mundo. Europa despertó, más concretamente fue despertada por Carlota Ciganda, y está con mucha vida en Finca Cortesín.