VELA

Gipsy, el hijo de Elcano

Este velero fue construido con algunos retales del material usado en uno de los grandes símbolos de la Armada Española. Forma parte de la Fundación de Vela Clásica de España.

El Gipsy es uno de esos veleros que vale la pena ver navegar. Y no solo por cómo se desliza por el mar sino por la historia que le rodea. Fue construido en los Astilleros de Cádiz en 1927, entonces propiedad de Horacio Echevarrieta, con algunos retales del material usado para fabricar el buque-escuela ‘Juan Sebastián Elcano’, uno de los grandes símbolos de la Armada Española. El coste, en aquella época, fue de 80.000 pesetas.

Pero hay más. En la primera mitad de los años treinta, ante la complicada situación político económica del país, Echevarrieta vendió el barco a un noruego, importador de salmón de su país natal, y a un español: Loevick y Hortet. Adquirieron el especial velero y lo trasladaron a Barcelona, donde le cambiaron al nombre a Gipsy. La razón por la cual lo adquirieron fue la existencia de su moderno equipamiento: el motor y la radio. Con el estallido de la Guerra Civil, el Gipsy se convirtió en espía al servicio de la inteligencia del bando Nacional abanderándose en el Reino Unido. Lo que parecía aparentemente un bonito yate de recreo inglés, era en realidad los ojos y oídos de un ejército en el mar. Los restos de las marcas de metralla en sus palos lo continúan corroborando.

Acabado el conflicto bélico, regresó a Barcelona y Hortet hizo uso vacacional de él. Más tarde, lo compró a una familia de la nobleza catalana para finalmente venderlo en 1951 a Jose Luis Rubio (Camisón) y Estanislao Sévil por su motor intra-borda; faltaba energía para finalizar un contrato de traviesas con la Renfe y éste motor era el único disponible en la zona. Los nuevos propietarios del Gipsy lo trasladaron a Tarragona. Entonces, comenzó a formar parte de la familia de Jose Luis Vilar, Josele, y Ricardo Rubio, Petete, armadores del Gipsy además de Presidente y Consejero Delegado respectivamente de Gipsy 1927. Desde que lo adquiriera su familia, el Gipsy ha tenido dos restauraciones importantes: una en 1969 y otra en 2006. Siempre respetando su estructura principal, y su construcción original. Aproximadamente un 30% del yate mantiene los materiales de 1927.

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