Fuga de talentos en Asobal

Una veintena de jugadores españoles han abandonado este verano la Liga Asobal, que se estrena hoy como competición profesional y en futuro tendrá que trabajar para limitar estar sangría que en los últimos años sacude el campeonato español y le va despojando de estrellas a los equipos.

De esas dos decenas nada menos que nueve jugadores están en las convocatorias de Jordi Ribera con los Hispanos, algunos ya consolidados por sus triunfos internacionales, como Ángel Fernández (del Barça al Limoges), como Agustín Casado (del Logroño al Melsungen alemán un año antes de viajar a Veszprem que le ha contratado para la temporada 2023-24), como Chema Márquez (del Granollers al Saint Raphael francés), aunque en su caso fue una salida sorprendente: no tuvo oferta de renovación por los vallesanos, decididos en su apuesta por Ian Gurri, de la cantera y campeón de Europa júnior.

Los casos de Kauldi Odriozola (Bidasoa), Dani Fernández (Cangas) y Jorge Serrano (Valladolid) resultan muy curiosos: los tres son extremos, y mientras Odriozola se ha ido al Nantes para suplir al internacional Balaguer (ha saltado al PSG para compartir el puesto con Solé), Fernández y Serrano forman ahora las alas del Stuttgart alemán. El lateral Ander Izquierdo es uno de los talentos de futuro de Ribera, pero ha dejado el Anaitasuna por el Benfica portugués, donde se va a encontrar con tres compañeros de la Selección de España, y con Chema Rodríguez de entrenador. David Iglesias (Cangas) y el portero Xoan Ledó (Bidasoa), el cuarto en las listas de Ribera, también han tomado la salida de nuestro país para jugar en Francia, en el Limoges y en Istres, respectivamente.

La fortuna es que la cantera española se encuentra en este momento a su máxima producción, porque la Selección absoluta B ganó los Juegos del Mediterráneo, y las dos selecciones inferiores, la juvenil y la júnior, se ha proclamado campeonas de Europa: de los 16 júniors, 14 ya habían jugado en la Asobal, y de los juveniles se apuntan varios nombres para alinearse en la Liga profesional en esta misma campaña.

Otro caso significativo: Carlos Molina ha regresado al Motor ucraniano tras unos meses en el Sinfín Santander, pero para jugar con el equipo en la Segunda División alemana, que les ha acogido este año.