Francia se lame las heridas en el Seis Naciones

Francia se agenció, con más suspense del que ofrece el resultado final, el duelo de necesitados que cerró este domingo la cuarta jornada del Seis Naciones (24-45) en el Principality de Cardiff. Sin aspiraciones de título, ni mucho menos, en ningún bando, el botín disponible se reducía a una inyección de moral para dos equipos alicaídos. Quizá más Francia, por el hecho de que llegaba a esta edición como la gran potencia del torneo junto a Irlanda y su bagaje previo se reducía a un empate de milagro contra Italia, una pírrica victoria contra Escocia y una sonrojante derrota ante Irlanda. De esta Gales en transición, en cambio, no se espera por ahora mucho más, aunque el cero que luce su casillero de victorias a estas alturas, unido a la victoria italiana del sábado, les convierte en claros candidatos a un farolillo rojo que sería más traumático, pues no lo ocupan desde 2003.

Conscientes de las miserias de esta Francia, en la que Galthié empieza a pegar bandazos ante el fracaso de su apuesta por Lucu y Jalibert en la bisagra ante las ausencias de Dupont y Ntamack, salieron los Dragones con el cuchillo entre los dientes. El primer aguijonazo lo dio Rio Dyer, a quien este torneo sitúa como un ala de presente y futuro para el Puerro. No tardaría en llegar la respuesta de uno de los señalados franceses, Fickou, que dejó al Gallo en cabeza al descanso.

El guion de salida se repetiría en la segunda secuencia, con Joe Roberts anotando el segundo ensayo galés de la tarde. Cumplida la hora de partido los locales entraron en reserva y Francia, más entera, se cebó. En cosa de 20 minutos Colombe, Taofifenua y Lucu, que necesitaba reivindicarse, consumaron tres marcas que dieron más lustre del realmente ofrecido al triunfo francés, y que condenan a Gales a jugarse la sexta plaza con Italia en su duelo directo de la última jornada. Los de Warren Gatland lo tienen complicado, pues necesitan ganar a los transalpinos y que estos no sumen ningún bonus para evitarla.