PELOTA

Ezkurdia reina en el Cuatro y Medio

Tercera txapela en el ‘acotado’ tras ganar de nuevo a Altuna: 22-21. Quinto título como profesional, empata con Titín

Javier ZorrillaEFE

Miribilla asistió a un monumento de la pelota. Un partido de los grandes en estos tiempos en los que los frontones siguen poblándose con sabios ya entrados en años, mezclados con leyendas que prestan su doctrina en las diferentes retransmisiones radiofónicas, pero han llegado los tiempos de salida de los pelotaris desde los vestuarios a oscuras con cañones de luz, música moderna a todo trapo y una pantalla gigante divulgando el partido en lo alto de la pared izquierda de la cancha. Disfrutaron de él 2.668 espectadores. Un espectáculo NBA de lo más refrescante en esta era en la que todo está cambiando y hasta se ve al seleccionador español de fútbol ‘streamear’. Eso sí, ya no hay tantos cánticos dedicados a los protagonistas como en los Irujo-Aimar o pancartas. Pero la esencia, el juego, perdura y más si lo cultivan dos estrellas de la era moderna, un Ezkurdia que asusta solo con echarle un vistazo y un Altura que es un pedazo de artista. El navarro se llevó la quinta txapela de su carrera, la tercera en el Cuatro y Medio. Todo en poco tiempo, desde 2018. Iguala a Titín, que es algo así como ‘Dios’ en la pelota. Maiz y el propio Jokin están en ese peldaño, a una de quedarse solo por detrás de Retegui, Aimar e Irujo, los tres más grandes de la historia. Tiene otras dos del Parejas y solo le queda la del Manomanista para cerrar el círculo del Grand Slam. Un cíclope de 1,93 y más de 90 kilos encerrado en la ‘jaula’, la modalidad en la que todo va a cien por hora... mucho mérito.

El frontón Bizkaia de Miribilla se puso en pie con el empate a 21, el décimo del encuentro, de dos colosos. Un pulso durísimo, que exigió un listón anímico y físico solo al alcance de los elegidos. Una final memorable con muchísimo esfuerzo, en la que los dos pelotaris acabaron exhaustos. Partido vertiginoso, con gran intensidad y defensas de campeonato. Lo tenía Altuna en su mano, pero en uno de los pocos fallos de la tarde, con todo a su favor, se le cayó una pelota franca y puso en bandeja el triunfo para el colorado. Un drama para él con todo lo que hizo, pero es que Ezkurdia le tiene tomada la medida, es su ‘bestia negra’, tres finales le ha arrebatado, anteriormente en 2018 y 2019. Es el señor de las finales. Altuna logró llevarse la txapela de 2020 y 2021, también antes la de 2017, pero no ha podido encadenar la tercera porque chocó con la misma piedra de siempre.

El partido fue muy peloteado (395, 75 minutos y 29 segundos de intensa refriega), sin apenas errores (solo 7 y 2 saques) ni esas tacadas tan propias de la distancia; todo lo que proyectaban dos fenómenos como Ezkurdia y Altuna les salía de forma certera. Cada mínimo despiste era castigado y cada pelotari buscaba en cuanto podía disparos abiertos al ancho llenos de diferentes efectos que eran casi imposibles de devolver al frontis. Solo hubo dos momentos de confusión, una vuelta tras engancharse sin querer ambos cuando trataban de ganar el centro de la cancha con 1-0. Y un ‘pasa’ de Ezkurdia que deparó el empate a 16. Los dos empezaron muy metidos y no se salieron de la cita en ningún momento. Mandaba Ezkurdia, que atacó más y mejor e hizo correr a Jokin, para ir desgastándole, disfrutaba mucho: 6-3. En el 11-10 protestó porque le dieron doble bote y sostenía que no. Muy justo. Estuvo al gobierno en el tramo que iba desde el 2-3 hasta el 13-14. La única tacada reseñable la firmó el navarro, del 2-3 al 6-3. El guipuzcoano, todo clase, hacía más daño con su izquierda.

Desde la mitad de la travesía, las fuerzas se igualaron aún más. para sumar había que ajustar mucho al ancho o en el txoko. Fueron pidiendo descansos porque no podían con el alma. Ezkurdia cogió una buena racha con el saque, pero Altuna no había dicho su última palabra. Continuaban con un combate lleno de pelotazos brillantes. Con empate a 20, Ezkurdia le dio con toda la fuerza del mundo y la arrimó a la pared, lejos del alcance del azul. Pero en el tanto siguiente golpeó en la txapa en una buena cortada de izquierda al ancho. El ‘Mago de Amezketa’ parecía derrotado, se quitaba la pelota de encima y, pese a todo, tras el descanso obligatorio, tuvo el saque definitivo, un escenario conocido para él, y dos oportunidades para acabar con el inquietante 21-21. Su rival le movió, pero aguantó, Le dejó una pelota a media cancha en la que el guipuzcoano escogió jugársela. No metió bien la mano para la dejada y se fue a la ‘chismosa’.

Desarrollo del marcador tras un primer saque de Ezkurdia (colorado): 2-0, 2-3, 6-3, 6-6, 9-6, 9-8, 10-8, 10-9, 11-9, 11-11, 13-11, 13-15, 16-15, 16-19, 19-19, 19-20, 21-20, 21-21 y 22-21. Un total de 2.668 espectadores en un Frontón Bizkaia con aforo para 3.000 localidades. Joseba pone el broche a un año perfecto: en mayo cayó en la final del Manomanista, pero cuajó un verano para enmarcar.

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