GOLF | US OPEN

El US Open da la espalda a España

Ni Rahm, ni Sergio García ni David Puig, madrugadores, medran en la tercera vuelta y están fuera de las quinielas para el triunfo.

EI 123º US Open, el primero en Los Ángeles (EE UU) en 75 años, no será de especial recuerdo para el golf español, que ayer se quedó sin material para soñar en la tercera vuelta del torneo. No fue el día ni de Jon Rahm, ni de Sergio García ni de David Puig, penalizados por un campo que ahora sí muerde, sus greenes y calles mucho más rápidos que en las dos primeras rondas.

El vasco repitió la tónica del resto de días salvó algún tramo puntual: no metió los putts que había que meter para armar una ronda contundente, que le permitiera tener un horizonte el domingo. Pero es que tampoco se dejó oportunidades clarísimas. Como el viernes, maldijo en más de una ocasión. Sobre todo en los nueve segundos, a los que llegó en -2 tras exprimir los dos primeros pares 5 a los que se enfrentó. En el segundo tramo llegaron sus dos únicos bogeys del día, con algún swing fuera de ritmo. Al par para +2, era 49º en casa club al cierre de esta edición.

No ha sido su semana y ni siquiera va a conseguir hacerse con un nuevo top-10 en un grande, pero tiene un dato que echarse a la boca: acumula 16 cortes seguidos en majors, la mejor racha en activo. Y en julio asoma otra presa apetecible, el British de Royal Liverpool, que estos días se ha sabido, aunque era lo esperado tras someterse recientemente a una nueva operación, que no jugará Tiger Woods.

Sergio García, este sábado. HARRY HOWAFP

Si Rahm gripó en el día de movimiento, lo de David Puig fue caída libre. Objetivo cumplido, estar el fin de semana en su primera experiencia en los grandes, el catalán se llevó una sacudida de Los Angeles Country Club en un día con cinco bogeys y un doble bogey anulando sus dos birdies, +5 para +7 en el acumulado. Se dejó golpes por todos lados, desde el tee, en el approach... Solo el putter le salvó de números más altos. Hoy, con los deberes hechos, tendrá que remar arduo para cumplir el objetivo que se puso el viernes, estar bajo par. Calidad le sobra, y presión ya no debería ponerse.

Como no se la pone Sergio García, el otro LIVer español de la cita, que tras la segunda vuelta asumía estoico que no le salgan las cosas pese que su golf esté “para más”. Ayer peleó en una vuelta movida de +1 para +2, tres birdies por cuatro bogeys, que le dejaba 44º en casa club.

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