El testigo de Rahm tiene receptores españoles
Con el vasco lejos de la cabeza, Alfredo García-Heredia, a cuatro golpes, es la gran alternativa. Fernández-Castaño, Otaegui, Larrazábal o Del Rey, otras opciones.
Jon Rahm está prácticamente descartado, con nueve golpes y una multitud interponiéndose entre él y el aún líder del Open de España tras tres vueltas, el francés Matthieu Pavon, -5 para -16 este sábado, pero todavía puede haber un nuevo campeón español en el Club de Campo de Madrid. Las opciones son varias, algunas más remotas que otras. Lidera la ofensiva Alfredo García-Heredia, que tiró -3 para -12 y quedó a cuatro impactos de Pavon. Le sigue un madrileño, Gonzalo Fernández-Castaño, -5 para -11. Detrás, lejos pero en distancia que aún permite albergar una pequeña esperanza, otros nombres como Pablo Larrazábal, Adrián Otaegui o Alejandro Del Rey, todos con -9.
García-Heredia, gijonés de 41 años, acumula 18 como profesional. A caballo esta temporada entre el Challenge y el DP World Tour, acarició el triunfo en Mauricio en diciembre antes de fallar 11 cortes en sus siguiente 17 torneos. Recuperó la confianza el mes pasado con un top-10 en Portugal, seguido de un top-20 en el Open de Francia, y lleva tres rondas sub-70 en Madrid que le convierten en el mejor local de la cita.
Sorprende también Fernández-Castaño, aunque en la previa asegurara estar con confianza tras tirar “rondas muy bajas en competición” últimamente. Un exPGA que en 2019 perdió también la tarjeta del circuito europeo, en el que tiene siete victorias, y ya ha empezado a emprender una vida lejos del golf. Ahora es socio de Umanaq, una firma española de ropa para este deporte, y tiene éxito en las ondas con el podcast Golf sin etiquetas, en el que colabora con Alejandro Larrazábal, exprofesional y hermano de Pablo. En principio se tomaba el Open, en el que juega invitado por la organización, como preparación para la escuela del DP World Tour, a sus 43 años quizá el último intento de volver a la élite, pero le han salido dos vueltas de 66 golpes seguidas, tras abrir con un 70, que le han puesto en la pomada.
Más esperables eran las actuaciones de un Larrazábal al que un triunfo, o algo muy cercano, le daría serias opciones de sacar una de las diez tarjetas para el PGA que recibirán los mejores en la Race to Dubai que no tengan ya derechos de juego en el tour estadounidense. También tendría opciones con un gran final Otaegui. Esa no es por ahora la pelea de un Del Rey, que si podría dar un salto importante de cara a meterse en la final de Dubái, que juegan los 50 primeros de la lista.
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