“El oro se lo dedico a la marcha española”

“Se lo dedico a la marcha española y a los compañeros que lo han estado viendo por televisión”, aseguraba un feliz Álvaro Martín. El extremeño de 28 años reeditaba su título de campeón de Europa de 20 km marcha en Múnich. “Parece que se me dan bien las tierras alemanas”, decía riéndose para ponerse más serio: “En Eugene no me encontré en los últimos kilómetros como debería haberme encontrado y aquí sí lo he sentido. Está muy bien ganar el Europeo pero venía un poco con la espinilla de Oregón aunque un séptimo mundial está muy bien. Hay que seguir disfrutando de la marcha española aunque no siempre se puedan conseguir medallas. Eso sí hay que intentar que la fiesta continúe siempre”.

Júbilo y felicidad pero, ¿cómo vio la carrera desde dentro? “Veía que Perseus iba sufriendo y en el kilómetro 16 he querido darle un ataque más psicológico que físico. La idea era ‘cargármelo’ por los intereses de Diego y los míos. Lo he conseguido pero Karlstrom por algo es bronce mundial y luego ha adelantado a Diego. Además quería regalarme los últimos 100 metros en solitario para poder disfrutarlo con mi familia y toda la gente... aunque no tenía tanto margen como Miguel Ángel (López) para ir a darle un abrazo a mi entrenador (risas)”.

Karlstrom le perseguía, pero el mayor problema era la espada de Damocles que tenía con dos avisos. ¿Le presionaba? “Al final tenía que mantener la distancia pero a un ritmo lo más académico posible porque llevaba dos avisos y sin arriesgar más. Me encontraba bien, he hecho marca personal y podía tirar más fuerte pero eso hoy no era importante”. Martín sabe que es el hombre del día, pero quiere compartir honores: “Quiero destacar a todo el equipo español de marcha: primero, tercero, cuarto y undécimo. Y otros compañeros que hubieran venido también habrían defendido la camiseta. Con el tiempo mi nombre se borrará y ojalá haya otros marchadores que sigan manteniendo esa legado que llevamos nosotros ahora y que hemos heredado de leyendas como Massana, García Bragado, Llopart... Miguel Ángel (López) se ha proclamado campeón de Europa aquí ocho años después y siete tras ser campeón del mundo. Ojalá yo pueda hacer también algo así”.

Igual de feliz estaba Diego García Carrera con su bronce aunque pasó momentos duros durante la prueba: “Ha sido una carrera como la esperábamos, sin grandes sorpresas aunque sí hubo un par de cambios al principio. Ha sido de menos a más como estamos acostumbrados. Una primera parte tranquila y una segunda que es una escabechina. Cambió Karlstrom y luego Álvaro (Martín) y se sabía que eran los cambios que aguantarían hasta el final. Yo he sufrido un flato espectacular que no me había pasado nunca, no podía ni respirar. He bajado el ritmo y me he podido recuperar para seguir luego igual. He hecho ese trabajo de confiar y creer que mejoraría para acabar colgando una medalla. Parar no es una opción, yo nunca me he retirado. En Eugene no iba desde el kilómetro 13 y remé para acabar. Intentaba optimizar la estrategia para conseguir una medalla. Los campeonatos son cada varios años y un esfuerzo de unos minutos te da una recompensa para toda la vida. Y en eso pensaba. El tema de la cabeza es muy importante. Debía tranquilizarme confiando en que yo suelo recuperarme rápido”.

El madrileño ríe cuando AS le recuerda que el día anterior decía que tenía la fórmula para ganar medalla: el jueves comí con Asier (Martínez), ayer con (Mario (García Romo), hoy como conmigo mismo para asegurar el metal. Dicho y hecho... y avisa: “Es lo que voy a hacer a partir de ahora. Comeré conmigo mismo antes de los grandes campeonatos aunque he de decir que al final ayer comí con los del 4x400, así que ojito esta tarde... (risas)”.

Por último, reivindica su especialidad y el nivel de España: “La marcha sigue donde ha estado siempre. Esta lluvia de medallas es la prueba. Seguimos defendiendo el legado que nos dejaron y liderar a la Selección española. Además lo de Eugene viene bien para que se vea que esto no es fácil. España tiene mucho nivel aunque no siempre salga y cuando sale tenemos que ser capaces de valorarlo y celebrarlo”.