“El juego de los 1.500 ha cambiado y voy a pelear por las medallas”
Mario García Romo (Salamanca, 23 años) es una de las nuevas sensaciones del 1.500. El bronce europeo y cuarto del mundo charla con AS de su pasado en Estados Unidos, sus aspiraciones...
Mario García Romo (Salamanca, 23 años) es una de las nuevas sensaciones del 1.500 en España. Bronce europeo, cuarto del mundo, ha corrido en 3:30.20. Este verano se verá las caras con el noruego Jakob Ingebrigtsen. La historia de cada atleta es diferente, pero la suya es muy particular. Partió de Villar de Gallimazo, un pueblo de 75 habitantes en Salamanca, pasó por una Universidad en Mississipi y brilló en la prestigiosa NCAA (liga universitaria de EEUU). Ahora está en Boulder (Colorado), en el supergrupo de élite de su marca ON.
Ha crecido en España, pero gran parte de su formación como atleta ha sido americana, tiene ese descaro... Eso de decir que quiere medallas mundiales y olímpicas.
Discrepo, creo que esa es mentalidad española. Lo que pasa es que las competiciones en Estados Unidos son muy abundantes y al final esa actitud se ve mucho más y se potencia. ¿Pero usted ha visto a los atletas españoles de ahora? Todos van a comerse el mundo, gente como Adrián Ben, Mariano García, Asier Martínez... La gente compite más ahora a nivel internacional, que es al final lo que lo que te permite coger experiencia y hace que esa mentalidad, de no tener miedo a nadie, florezca. A mí me vino muy bien la NCAA, porque sobre todo aprendí a no centrarme tanto en las sensaciones, sino en tener un plan y confiar en todo el que estaba detrás.
Y ahora llegamos al grupo en el que está, el de ON, en Boulder (Colorado). Se entrenan en la nieve, a 1.600 metros de altura, un lugar duro, pero que curte... con atletas de máximo nivel.
Cuando se me presentó esa oportunidad lo vi claro. Había un entrenador de gran nivel como Dathan Ritzenhein, con mucha experiencia, fue olímpico. Sabía que era capaz de llevar un grupo de este calibre. También me gustaba mucho que la marca ON, que estaba apostando por el desarrollo de producto, que ahora la revolución tecnológica es importante. Y había gente como Ollie Hoare, que corría 1.500. Y a la vez que yo llegó Yared Nuguse, que ya es de los mejores en la historia de Estados Unidos... Un equipazo. Además, está al lado el aeropuerto de Denver, el tercero con más tránsito del mundo, ideal para ir a Europa.
¿Y cómo es la vida allí? Supongo que muchas horas de entrenamiento...
La vida de profesional es un aburrida, pero a la vez estás muy ocupado, porque tienes que dedicar mucho al descanso. No puedes dormir ocho horas, porque no recuperas, sobre todo si entrenas dos veces al día. Así que hay que pasar muchas horas tumbado. Tenemos un horario muy estructurado, porque al final todo el mundo en el grupo se dedica al atletismo. Ya ve, descanso y entrenar. También está el tiempo, porque Colorado en invierno no es nada, es un lugar frío, en el que ir a cenar y poco más. A mí me gusta mucho entrenar, estás 1.600 metros y ya apenas te das cuenta de que estás tan alto. Es una especie de adaptación permanente a la altitud, y sólo lo notas de vez en cuando, si ruedas o fuerte, o en las series. El aire es seco, pero se puede correr bien, a alta intensidad.
Hay un entrenador en España, Antonio Serrano, que hace hincapié en el ‘entrenamiento invisible’, que atleta se es las 24 horas del día...
Claro. Si coges a dos personas a principio de temporada y las pones a entrenar juntas, casi la mayoría buena pueden hacer los mismos entrenamientos. Pero poco a poco se van diferenciando. El talento influye, obviamente, pero creo que también cuenta la capacidad de asimilar el trabajo. Eso se caracteriza por dos cosas: dormir y y la nutrición. También tener un buen trabajo psicológico, que yo lo llevo con mi especialista. Cuidarse es la parte más complicada del deporte, porque correr no le cuesta a nadie.
A veces, en su grupo, publican la semana tipo de entrenamientos. Explíqueme cómo son.
Hago sobre 140 kilómetros a la semana y nunca nos falta lo que llamamos long run (carrera larga), que son 18 o 20 kilómetros. Lo hacemos los martes, por si hay una competición también poder hacerlo. A mí me gusta rodar fuerte, porque mecánicamente me va mejor, pero sin pasarme. Tenemos dos días de series, jueves y domingo, unas más aeróbicas y otras más explosivas, y trabajamos mucho la fuerza, sobre tres días, en cuestas y gimnasio. Doblo sesión, un par de días por semana y a veces tres.
Publicaron este invierno una milla en redes durante un entrenamiento, que parecía prácticamente un Mundial, con usted, con Nuguse, con Hoare.... Iban a fuego.
Bueno, eso no estaba previsto que fuera así, la idea era hacer 4:02. Lo que pasa es que claro, cuando pones a siete personas de ese calibre juntas, pues siempre se va a correr un poco más rápido, ¿no? Hicimos 3:57 y 3:58. Luego hice 7:34 en 3.000 y récord de España de milla (3:51.79).
Evidentemente usted es un talento físico, pero se ve que aplica mucha disciplina e inteligencia para llevar a cabo su modo de vida. Admirable en un chico de 23 años.
Yo creo que una parte muy importante del deporte es la disciplina y también es confiar en el tiempo. Tienes que tener claro que si sigues haciendo las cosas de manera adecuada y eres consistente, los resultados van a llegar. Con trabajo. Mi padre es albañil, mi madre es limpiadora. Eso me ha dado mucho respeto por ciertas profesiones y por todo el mundo.
Le ha tocado vivir con Ingebrigtsen.
Para mí es ya el mejor atleta europeo de 1.500 de la historia, aunque a lo mejor sea una opinión polémica, pero por resultados y autoridad lo veo así. Le tengo mucho respeto, porque me parece que ha hecho las cosas muy bien durante muchos años. Es un chaval que lleva entrenando desde que tenía 12 años y ha desarrollado un método muy único, supervisado por diversos expertos noruegos. Tampoco creo que ese sea la única forma posible de trabajo.
¿Se le puede ganar?
Es factible. Ya se vio con Wightman en los Mundiales de Eugene, que le ganó en 1.500. Los atletas de Europa nos estamos acercando. Yo en Eugene quedé a un segundo suyo, antes estaba a diez. Jakob ha cambiado el juego de los 1.500 y yo quiero estar ahí, y pelear las medallas. Por eso para mí es el mejor, porque es capaz de ganar una carrera desde el principio al final, imponiendo su ritmo (corre a 56 cada 400 y ya no para). Muy pocos atletas tan dominadores hemos visto. Coe, Cram y compañía no hacían eso. De todas formas, yo voy a estar preparado para todo, por si algún día cambia de opinión o las cosas son diferentes.
Usted aguanta ritmos fuertes y es rápido al final.
Sí, yo creo que sí. De hecho, es lo que estamos entrenando. Mis fuertes son la táctica y la velocidad. Vengo del 800, por así decirlo. Y ahora estoy desarrollando la resistencia. Hago 140 kilómetros a la semana y en el futuro serán más. Hay que confiar en el tiempo, tengo 23 años, se supone que la época de plenitud es los 25, 26 y 27.
Entonces, ¿aspira a medalla en los Juegos de París 2024 y en los Mundiales de Budapest 2023?
Yo diría que me veo peleando por una medalla. Es lo que quiero, luchar por los podios, como ya hice en Eugene. Es en lo que me tengo que centrar, porque así en algún momento llegará el oro, la plata o el bronce. No sé decirle si este verano o el siguiente, o al otro. Pero quiero ser de los mejores del mundo constantemente.
Otro asunto, es cómo se han transformado los 1.500, ahora parece más normal correr cerca de 3:30, algo que antes era una gesta. ¿A qué se debe?
Principalmente me parece que se debe a la evolución del entrenamiento, porque al final yo creo que la gente está aprendiendo mucho, se ve mucha medición del lactato, más entrenamiento en altitud, mejoras en el campo de fuerza. Esta generación ha tenido oportunidades mucho mejores que hace años. Y luego también, lógicamente, no se puede ignorar las zapatillas. Al final las marcas hacen una apuesta bastante grande por desarrollar mejores productos, que reduzcan la pérdida de energía a la hora de correr. Hay que tenerlo en cuenta, pero no se debe sólo a eso. También es por la competencia tan alta, que tienes que ponerte las pilas, porque puedes hacer 3:31 y no ir a un gran campeonato.
Usted fue uno de los atletas que renunció al Europeo indoor, una decisión que no todo el mundo entendió.
Sí, mire, he comenzado la pretemporada y ya he notado el haber entrenado tanto en pista cubierta. Al final no bajamos tanto el volumen y alguna molestia tuve. Eso me demuestra que es una decisión acertada. Hay que centrarse ahora mismo en algunos campeonatos concretos, y yo espero en un futuro competir más, pero hay que respetar el plan de cada uno. Hubo comentarios que no me parecieron bien, porque al final se nos acusaba un poco de no ayudar a España, pero en realidad lo que hacemos es centrar todas nuestras fuerzas en el verano.