El físico lastra a los Woods

La garra, bravura y coraje es algo innegociable en el ADN de la familia Woods. Ya lo demostró Tiger durante toda su carrera. Ahora, su hijo Charlie, con apenas 13 años, también ha demostrado tener esos genes. Progenitor y vástago llegaron al PNC Championship, el torneo de exhibición del PGA Tour en el que profesionales juegan con familiares, mermados físicamente. El Tigre continúa quejándose de una fascitis plantar, mientras que Charlie se torció el tobillo en la previa del evento.

Ambos tiraron de esa sangre luchadora durante el fin de semana. Decidieron participar por tercera vez en el torneo, aunque los dos mostraran evidentes molestias a la hora de caminar. Este domingo, los Woods seguramente pagaron el esfuerzo del sábado, cuando finalizaron en una más que meritoria segunda posición con -13, a dos golpes del liderato.

Las cosas no marcharon igual este domingo, y se vio una versión de Tiger y Charlie más errática, fatigada tras dos días de esfuerzo. El padre había expresado que las molestias no le impedían golpear a la bola, pero caminar se le hacía imposible. El hijo, por su parte, cojeaba en cada paso y apenas tenía movilidad en las piernas durante el impacto. Los birdies no llegaron en el primer tramo de ronda y rápidamente se descolgaron de una cabeza en la que tampoco aguantaron los líderes tras el primer día, Justin Thomas y su padre.

Eso sí, el ganador de 15 majors y su heredero dejaron, como ya acostumbran a hacer en pareja, momentos para el deleite del espectador, como varias recuperaciones prodigiosas o un gran eagle al 5. Lo hicieron, además, portando un polo con el clásico color rojo que siempre ha vestido el Tigre en los domingos de competición. Las tradiciones se quedan en familia.

Mientras que unos desfondados Woods terminaron en 8ª posición con -20 (-7 en el día), la victoria se la disputaron los Singh y los Daly, vigentes campeones, con una tardía aparición de los Thomas. El gato al agua se lo llevó Vijay Singh (59 años) junto a su hijo, Qass (32), gracias a un fulgurante inicio con siete birdies consecutivos para acabar firmando 59 golpes (-13 el domingo) y un total de -26, dos menos que las parejas de Daly y Thomas.