EE UU
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Europa
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Finalizado

GOLF | SOLHEIM CUP

EE UU se alía con la física y deja a Europa terminal

El equipo europeo sufre un bombardeo mezcla de precisión y fortuna y llega al domingo necesitado de una remontada inédita en su historia.

GREGORY SHAMUSAFP

Se puede luchar contra un equipo con la número uno del mundo, con cinco de las 25 primeras del ranking mundial (básicamente todas las no asiáticas de ese intervalo) y un talento generacional en camino como Rose Zhang. Pero no se puede luchar contra la vida, de la que el golf profesional es una expresión más. La vida que te da y te quita, y este sábado decidió quitarle al equipo europeo buena parte de sus ediciones de ganar la 19ª edición de la Solheim Cup. Lo que ocurrió en la segunda mitad de la jornada fue un desafío a las leyes de la física y de este deporte por parte del combinado estadounidense, que llega a los partidos individuales del domingo en una posición difícilmente mejorable: 10-6.

Ni siquiera hizo falta el concurso de la número uno mundial, Nelly Korda, que descansó tras sumar tres victorias en las tres primeras sesiones. Las bolas locales entraron desde posiciones paupérrimas a veces, describiendo ángulos imposibles otras, produciendo momentos directamente cómicos, como ese putt de Megan Khang en el 11 que se quedó fuera en la última vuelta... hasta que decidió entrar mientras la norteamericana se lamentaba ya con su caddie. Fue una tarde en el que más de uno descubrió cosas que nunca antes había visto en un campo de golf. Y el pelotón del Viejo Continente solo pudo asistir impasible a la función, para ellas una tragedia.

Un eagle desde la calle de Alison Lee en el hoyo 2 anunció el chaparrón. Junto a Megan Khang, que todo lo que le ponen al lado lo convierte en oro del mismo quilataje del que está hecha ella. El resumen de un partido que fue un quiero y no puedo para las suecas Nordqvist y Sagstrom, intratables en la tarde del viernes. Llegaron al 10 tres abajo y ahí recortaron uno. El duende de la primera, la mejor europea de esta Solheim, apareció en el 11 con un puro, pero al minuto cayó también el anteriormente citado de Khang. Fue el jarro de agua fría definitivo; y el doble eagle americano del 15, el último clavo en el ataúd.

Resultados de los fourballs del sábado

Megan Khang y Andrea Lee 4&3 a Anna Nordqvist y Madelene Sagstrom

Rose Zhang y Alison Lee 6&4 a Linn Grant y Celine Boutier

Carlota Ciganda y Emily Kristine Pedersen 2&1 a Ally Ewing y Lexi Thompson

Charley Hull y Georgia Hall 1 arriba a Lilia Vu y Allisen Corpuz

 

Con Europa desesperadamente necesitada de ganar una sesión, el primer punto iba al marcador local con un solvente 4&3. Y llovía sobre mojado en el segundo escenario vespertino. Rose Zhang y Andrea Lee, binomio que ya funcionó el viernes, hacía trizas a la pareja visitante más potente, al menos por ranking, de la tarde, con Lee cazando banderas por doquier y una Zhang quirúrgica en los greenes, que ha sumado tres puntos de tres ya y deja atrás su gris debut en Málaga. No llegó al 15 ese partido: Lee lo dejó visto para sentencia embocando una salida de bunker en el 13 y Zhang remató con un eagle al 14 para el 6&4.

La verdadera pelea estaba en los dos últimos puntos del día, que nunca tuvieron dominador claro. En el penúltimo se medía un valor refugio para Europa, Ciganda y Pedersen, con Ally Ewing y Lexi Thompson, que juntas combinaban 12 victorias y 15 derrotas en la cita antes de salir a jugar. Era menester rascar algo en ese choque. La lucha fue encarnizada, de las pocas que ha llegado al 18 esta semana. Ningún equipo tendría más de dos hoyos de ventaja, y los últimos cinco fueron un toma y daca en el que las europeas probaron las dos caras de este deporte: la más dura en una corbata descorazonadora a Ciganda en el 16 que puso picante al desenlace, y la más amable en el triunfo que terminaron amarrando por 2&1, el primero de Carlota en esta edición.

Quedaba el pulso entre Charley Hull y Georgia Hall, la divertida dupla inglesa de personalidades radicalmente opuestas, que funciona por la ley de polos opuestos, con Lilia Vu y Allisen Corpuz, en el que Hull consiguió reactivar a su compañera, apagada en sus dos partidos previos, y rascar sobre la bocina otro tanto (uno arriba) que es una bocanada de oxígeno principalmente anímica para las de Suzann Pettersen, porque a efectos estadísticos no embellece mucho el panorama. Los números dicen que nunca desde 2017 se había llegado con una brecha equiparable entre ambos equipos, en ese caso cinco puntos a favor de Estados Unidos, que acabó alzando la copa. El único precedente de remontada con una distancia como esta es de 2015, y sonríe a Estados Unidos. Las cartas están echadas y la mejor mano está en el lado local. Solo queda apelar, como hizo Ciganda ante el micrófono de la NBC, a Medinah. Entonces, como ahora, se llegó con un 10-6 en contra al domingo y un putt de Ian Poulter en el 18 del último partido del sábado dio la victoria que inspiró la gesta del domingo.

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