Duplantis reina con susto
El sueco de 24 años se lleva el oro en pértiga, sin récord del mundo, con un mejor salto de 6,05 en una tarde en Glasgow en que creyó que no era invencible.
El 13 de julio de 1985, en París, Sergey Bubka se convertía en el primer ser humano que volaba sobre el listón de los 6 metros. El entonces soviético, ahora ucraniano, logró un hito que parecía irrealizable. Ese día... faltaban más de 14 años para que ‘Mondo’ naciera. El prodigio que estuvo muy cerca de dedicarse al béisbol sigue ‘enterrando’ a Bubka en los libros de historia. El límite de Duplantis es el cielo. El Ícaro de los cielos voló de nuevo en Glasgow hasta donde nadie más puede ni ha podido en la historia del salto con pértiga.
Todo eso pese a pasar uno de los momentos más difíciles de su carrera. Tras saltar 5,65 a la primera y renunciar al 5,75 llegó el turno del 5,85. Una altura que ‘Mondo’ ha pasado cientos de veces... pero se le atascó. Dos nulos bastante claros sembraron la incertidumbre. El genio negaba con la cabeza mientras esperaba. Llegó el momento. Carrera, batida y de nuevo el gran Duplantis franqueando el listón con muchos centímetros de margen. El sueño de sus rivales se tornaba en pesadilla. Tal seguridad tiene en sí mismo que pese al gran susto, renunciaba al 5,90. 5,95 a la segunda; y 6,05 a la tercera le permitían asaltar de nuevo el récord del mundo, pero no estaba tan fino como para ello. Nuevo oro para su colección.
Duplantis, que habla sueco e inglés, es una estrella atípica. Vive en Kungsholmen (una isla en el centro de la capital de Suecia), es cercano, casi accesible y responde de forma sincera aunque su amplitud de sonrisa desvela que se guarda los datos técnicos fundamentales siempre que habla de sus cambios, mejoras o estrategia ante la competición. Además, su físico se sale del parámetro habitual del pertiguista ya que mide 1,81, cuando la media de los que han superado los seis metros es de 1,88... salvo él y Bubka que medía 1,83. “El objetivo es ganarlo todo, quiero ser el mejor saltador de pértiga de todos los tiempos. Intentaré lograr el récord mundial cada vez que tenga la oportunidad”, afirma siempre que se le pregunta sobre ello.
UNA HISTORIA INCREÍBLE.
El niño volador al que un amigo de su progenitor bautizó ‘Mondo’ tras batir el récord mundial infantil ya anunciaba desde niño su talento: con 7 años superó 3 metros, con 9 los 4, con 13 los 5, con 18 los 6,05... y ya está en 6,24. Esa infancia en la que su jardín estaba poblado por un columpio, un tobogán, barras colgantes, un trampolín, una rampa para patinetes, una jaula de bateo, una cuerda que colgaba de la rama de un árbol a seis metros de altura, un foso para el salto con pértiga... ha dado sus frutos y nadie osa a igualar al sueco que eligió esa nacionalidad a los 15 años por su madre.