Carolina, ante los Juegos: “No hay nada imposible”
La campeona en Río vuelve ocho años después a una cita olímpica. Y lo hace con ambición. Como Ray Zapata, Niko Shera, Desi Vila o Eva Moral, apoyados en el camino por Toyota.
El calendario descuenta fechas para los Juegos Olímpicos de París, que se abrirán el día 26, y los Paralímpicos, que les tomarán el relevo desde el 28 de agosto. Y los deportistas ya lucen entre reconcentrados y risueños, según el carácter. Su forma de despejar la presión. De los primeros es el caso de Carolina Marín, campeona en Río 2016 y ausente de Tokio por una grave lesión de rodilla. “Ya lo dije en Río. Tenía muy claro a lo que iba. Me fui de allí sin ver el Cristo pero con el oro. Y a París voy con la misma intención. Va a ser mucho más complicado, porque habrá jugadoras ocho o nueve años menores que yo, pero que no tienen esa experiencia. Ya sé lo que es ganar una final olímpica. Me quedé a tres meses de Tokio y con todo lo que me pasó después, lo logré superar... No hay nada imposible. Tengo muchas ganas e ilusión”, anunció en la presentación del equipo de Toyota para París 2024, en la sede madrileña de la compañía que se encargará de toda la movilidad (con vehículos de hidrógeno y eléctricos) en París.
En el capítulo de los risueños está otro que ya sabe lo que es morder chapa: Ray Zapata, plata en suelo en Tokio. “Hubo dudas, porque a principio de año estuve lesionado, pero ya estoy ready, listo para darle caña. Intentaré superar las expectativas. Yo también voy a por el oro, aunque no me atreva a decirlo tan alto como Carolina”, contó el gimnasta, que estará en los concursos de salto, suelo y el de equipos.
Tampoco pierde la sonrisa Niko Sherazadishvili, que después del palo de Tokio, donde era superfavorito y acabó llorando sin poder acercarse a las medallas y después de un cambio de categoría (de -90 kg a -100) y romperse el cruzado de una rodilla, ha vuelto por sus fueros. Este año no se ha bajado del podio. “Para mí no fue un drama la lesión, sí para mi entrenador. Yo confiaba en mí. Comencé a competir perdiendo tras muchos meses. El objetivo era entrar entre los ocho mejores del ranking y voy séptimo. He disfrutado del proceso, porque antes era demasiado exigente”, recordó, convencido de que estos sí serán sus Juegos.
A Eva Moral, triatleta, y Desirée Vila, saltadora de longitud, les queda un poquito más para los Paralímpicos. Pero se quitarán la tensión viendo a sus colegas. “El salto de longitud es el 5 de septiembre... y es un rollo porque ves a todo el mundo competir. Empiezan a aflorar los nervios, pero también las ganas”, contó la atleta. Todos, con un lema en la mente: “No hay nada imposible”. Espíritu Carolina.
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