Victoria de los Hispanos insuficiente para sentenciar a Serbia

España ganó, pero la renta con que viajará a Serbia para jugar el domingo en Novi Sad (17:00) no permite las confianzas: cuatro tantos no es ni mucho ni poco en Europa, todo en el aire: 32-28. Es decir, estar en el Mundial de 2025 se decide en una hora en la cancha rival.

El encuentro fue como se esperaba, áspero, complicado, a cara de perro porque Serbia tiene el orgullo de siempre y va sumando calidad. Quizá no tenga una estrella, pero todos lucen, con pegada, van al choque y no se arrugan.

Los de Jordi Ribera empezaron a mandar cuando entraron en la pista los hermanos Dujshebaev: Dani, siempre cumple; Álex, cuando los partidos se ponen bravos, se defiende con goles de cualquiera factura.

Con ellos se empezó a vislumbrar la victoria, se saltó a un colchoncito por lo menos de tranquilidad, pero Serbia, con desdoblamientos de sus extremos, con Jovanovic y Kos sacando rendimiento a su lanzamiento, siempre estaba ahí. Tampoco la defensa española era contundente como definir el partido de manera holgada.

Tarrafeta completó el juego ofensivo de España en la segunda parte, y se llegó al final en Lalín con este marcador que es un quiero y no puedo ante lo que se espera en la vuelta, porque la pelea y la intensidad está asegurada por ambas partes.