Las Guerreras jóvenes no paran de crecer
Carmen Campos y Ester Somoza en ataque y la conexión de Carmen Arroyo-Lyndie Tchaptchep defensiva marcan la diferencia ante una resistente Portugal.
La esperanza con estas Guerreras comenzó la semana pasada en el Torneo de Francia, que ganaron, pero era amistoso, y el de hoy era otra cosa: el debut en un Campeonato de Europa, en Basilea (Suiza) para siete jugadoras (Elba Álvarez, es la octava, y se quedó fuera por lesión de última hora; Eli Cesáreo fue el otro descarte), en un equipo de España remozado en todas sus líneas, que necesitaba ganar a Portugal para soñar con la segunda fase. Lo hizo: 30-24 (12-12) en un partido muy igualado hasta que a las lusas se les acabó la gasolina en los últimos minutos.
En un equipo con tantas caras nuevas, una veterana, Carmen Campos (29), la central, fue una referencia ofensiva en todo momento: la máxima goleadora, la que aparecía por cualquier sitio en los seis metros, la que organizaba. Y en la segunda parte tuvo una colaboradora en el lateral izquierdo en Ester Somaza, cinco tantos sin fallo.
Si esos dos baluartes en ataque, con la polivalente Paula Arcos para aparecer sin miedo al fallo (seis tantos), fueron importantes, también han resultado fundamentales dos de las jovencitas: Carmen Arroyo (20) y Lyndie Tchaptchet (18) compañeras en el Bera Bera, que cuando las cosas eran grises en la primera parte, sostuvieron a las suyas. La conexión entre ambas influyó en la solidez del 6-0 durante todo el encuentro.
Lo de la manchega Carmen Arroyo fue una exhibición física, sus cortes de balón, su intimidación, la manera de sacar el balón, no hundirse, y su forma de comportarse ante Joana Resende, una goleadora capaz de marcar desde nueve metros, elegida la mejor del partido, le dio un plus a España en la segunda mitad.
El partido siempre estuvo en un pañuelo, con Portugal pareciendo que era más peligrosa que España, con escapadas repetidas hasta tres tantos, con buen seis inicial y relevos interesantes. Además, siempre se espera que Resende y Patricia Lima juntas puedan desbordar a cualquiera. Sin embargo, mediada la segunda mitad ya era notable que a Portugal le faltaba aire, y que España tenía más ritmo, más creatividad y más movilidad. No era un espejismo, y las Guerreras fueron escapándose más y más, sin que el ataque con siete influyese en su ánimo. Ahora, a pensar en las otras vecinas, las de Francia, el sábado (18:00).