Las Guerreras sestean una mitad y deciden en la segunda

España cumplió con la obligación de superar a Argentina, una selección a la que siempre han ganado las Guerreras en los diez enfrentamientos: 30-23. Sin embargo, no se puede presumir de que fuese un encuentro feliz y plácido para las españolas, porque el encuentro salió al revés de lo que suele pasar con los favoritos, que aprietan al principio, decantan el choque y sestean. En este partido, pobre inicio español, demasiadas pérdidas de balón, poca intensidad, y al descanso perdían Las Guerreras: 12-13.

Luego España reaccionó, demostró que tiene mejor bloque, y si mete la directa no puede fallar ante un equipo aún a distancia de las de Ambros Martín.

En lo que no debe caer España, si intenta ser un equipo grande, es jugar al ritmo del rival, a adaptarse más que a imponer su estilo. Cuando necesitó actuar con sus características, la defensa funcionó y se sumaron contragolpes y goles fáciles. Argentina sólo logró un tanto de esa manera, en un contragol que se topó con la defensa española despistada.

En este encuentro Ambros sorprendió apostando por una banda derecha con Maitane Etxeberría y Paulina Pérez, que en ataque posicional se intercambiaban la situación de la que partían en defensa. También jugaron unos minutos las laterales oficiales, Mireya González (al principio) y María Prieto (minutos en la primera y en la segunda parte).

Silvia Arderíus se va asentando cada día como directora de juego con mando en plaza. Ella ve pases que el resto ni sospecha, pero la van entendiendo. Eso lo agradecen tanto Kaba Gassana como Lysa Tchaptchet: de la primera ya se sabe cómo es porque lleva tiempo en la selección, pero Lysa (21 años) salió de Elche y hace carrera en Noruega, y como no se la conoce mucho tal vez la mayoría se sorprenda con su capacidad física, llamada a ser la que domine la posición de pivote.

Tampoco fue el día de Paula Arcos en ataque, porque en muchas ocasiones cuando no acierta a la primera, cede protagonismo; pero ella cumple en defensa, colabora tanto con Lara González que se hace imprescindible, pero que la pivote Gavilán marcase ochos tantos, de nueve tiros, es algo a corregir para el partido ante la República Checa.

Posiblemente lo mejor fuese el resultado, que corresponde a la capacidad de reacción del equipo y sus dos caras en el mismo partido: la primera, en la que estaba en la pista; la segunda, en la que tenía que ganar. Y ganó.