BALONMANO | LIGA ASOBAL

La Asobal identifica sus problemas y busca soluciones

Servando Revuelta, presidente de la Liga, hace balance de la nueva situación y esboza un futuro “en el que se pueda retener a los mejores”.

Servando Revuelta, presidente de la Asobal, acompañado de su secretario general, Fernando Corral, y Noelia Quero, directora de comunicación de la Liga profesional de balonmano, convocaron en Madrid a una representación de los medios de comunicación en todas sus vertientes tradicional, prensa escrita, radio y televisión. No era una conferencia prensa, más bien un desayuno de trabajo para un intercambio de ideas y experiencias, con Revuelta explicando esos cien primeros días con la Asobal reconocida de pleno derecho por el CSD como una de las cuatro competiciones profesionales de nuestro país.

Al margen de las intervenciones de regalo de posibles titulares para los medios de Revuelta (”los clubes quieren ser dueños de su destino”) o de Corral (”hace cuarenta años que la gente ya pensaba que la Asobal era una liga profesional como la ACB de baloncesto”) se entró en detalles. El básico, que los clubes llevan cuatro años sin tener una denuncia por incumplimiento de los contratos con los jugadores, un cambio sustancial con otras épocas; que se han puesto al día para cumplir contratos profesional con su seguridad social para todos los jugadores que se utilizan para la competición, y que la época del dinero negro ya se ha quedado obsoleta.

Una vez resuelto el primer problema de muchos años, al menos sobre el papel, y con las auditorias correspondientes, bajo el lema de que no se puede gastar más de lo que se ingresa para evitar situaciones de déficit en los clubes asociados, la Liga sabe que en este momento existen algunos problemas que hay que solucionar más antes que después para seguir creciendo: conseguir una competición en la que no haya un candidato único a ganar todos los títulos ya en la pretemporada; que se consiga evitar la fuga de los jugadores más reconocibles; tener una mayor presencia en la sociedad; disponer de más seguidores del balonmano en directo, con otros futuribles de aforo o presupuesto mínimo, para más adelante.

Respecto a encontrar rivales para el Barça se parte de entrada de la diferencia que existe entre los clubes en general peleando contra el club de balonmano más importante de Europa al que sostiene uno de los clubes de fútbol punteros mundialmente. Como no se trata de rebajar la calidad sino la de mejorar la de los perseguidores, y se ha sondeado la posibilidad de que grandes ciudades (Sevilla, Madrid, Bilbao...) pudiesen estar interesadas en tener equipos en la competición.

Para la fuga de talentos se reconoce que en este momento es imposible retener a jugadores que van a cobrar mucho más en el extranjero, aunque se están estudiando fórmulas para que esas salidas no salgan gratis, que se mejoren los derechos de formación, aunque las cláusulas de rescisión es complicado de subirlas porque tienen que ir en relación con el contrato. Ahora bien, aunque se estima que es casi inviable recuperar a los jugadores que ya se han ido a otros países, en lo que trabaja la Liga es en buscar fórmulas para que se pueda evitar la fuga del talento nacional incluso antes de cumplir los 25 años, y no prohibiendo (que no podrían) sino disuadiendo a que esa marcha sea más interesante que la Liga española.

Para captar seguidores en directo la Liga tiene, y escucha, fórmulas para poner en práctica. Entiende que los horarios de los encuentros en ocasiones no son los que desearían los equipos, pero los contratos con LaLiga Tv (que impone la parrilla) y Plenitude al menos les permiten una planificación a medio plazo, se felicita de volver a tener todas las semanas un partido en abierto en Teledeporte, y ahora la Asobal explica conseguir que se puedan ofrecer dos en abierto en cada semana.

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