Hall of Fame, con ‘H’ de Hombrados
El exportero madrileño ha sido elegido en el ‘7′ ideal del primer Salón de la Fama de la Liga Asobal por su trayectoria rompe récords.
José Javier Hombrados (Madrid, 1972) es leyenda del balonmano español e internacional. El pasado martes 7 de mayo entró en el recién inaugurado Salón de la Fama de la Liga Asobal, esa en la que ha jugado 770 partidos en 29 temporadas en el Atlético de Madrid, en el CB Cantabria, en la Sociedad Deportiva Teucro, en Ademar León, en Portland San Antonio, en BM Ciudad Real y en el BM Guadalajara. Además, probó en el extranjero en el Wetzlar alemán y en el Al-Saad catarí. A este impresionante historial hay que sumarle todos los trofeos que llenan sus vitrinas, entre los que destacan cinco Champions League, siete ligas Asobal y siete Copas del Rey. Y esto en clubes. Con los Hispanos, aparte de ser el tercer internacional con más partidos con la Selección, atesora dos platas europeas, un oro y un bronce mundial y dos bronces olímpicos.
Sin embargo, la leyenda de Hombrados trasciende a todos estos récords y logros. Es Presidente de la Federación Madrileña de Balonmano y, desde este cargo, inspira a muchos niños cuyo sueño es jugar al balonmano, algo que ‘Jota’ sabe muy bien y lo transmite con la misma pasión con la que él jugaba a este noble deporte.
El legendario exportero ha hablado con AS sobre este premio que le ha otorgado la liga española y ha repasado la actualidad del balonmano y recordado muchos momentos que marcaron su carrera... y su vida.
- Enhorabuena, señor Hombrados, por este hito de haber sido seleccionado en el primer ‘7′ ideal del Hall of Fame de la Liga Asobal.
Muchas gracias. La verdad que ser parte de los que entran en la primera hornada donde luego, lógicamente, entrarán más deportistas... la liga Asobal tiene la suerte de haber disfrutado de grandes jugadores, pero el hecho de ser de los primeros siempre es bastante importante y un motivo de orgullo.
- Además de usted, han sido seleccionados los jugadores Talant Dujshebaev, Enric Masip, Celilio Alonso y Juanín García, el entrenador Juan de Dios y el colegiado Ramón Gallego.
Cualquier cosa que digas sobre ellos tiene que ser importante porque son grandes historias de nuestro balonmano. Mi hermano Talant Dushebajev, Cecilio Alonso... he tenido la suerte de compartir momentos con todos ellos. Juan de Dios ha sido entrenador mío. También me parece muy importante la mención a los árbitros. El hecho de que Ramón Gallego, uno de los árbitros más condecorados y con más presencia internacional que ha tenido nuestro deporte, esté en nuestro Hall of Fame me parece muy importante y un gran detalle por parte del jurado. Luego, tanto Juanín García, como Enric Masip, como todos, en la Selección española han aportdo muchísimo. Cecilio es un jugador, incluso para los más jóvenes, con un nombre relevante en el balonmano español. Con lo cual, pese a todo el tiempo que ha pasado, creo que la elección ha sido muy buena. Faltan muchos. La experiencia cuando he jugado contra todos ellos ha sido siempre complicada porque han sido jugadores muy importantes, muy cracks, como se suele decir ahora. Son gente que me las ha hecho pasar canutas como portero y me han metido muchos goles. Contra el que menos veces he jugado es Cecilio porque estaba en mi equipo, solo en partidos de entrenamiento, pero tanto Enric, como Talant, como Juanín, siempre me han metido muchos goles... alguna vez he parado, pero me parecen deportistas, y, sobre todo, personas muy importantes del balonmano español.
- Ha hablado de quién considera un hermano, Talant Dujshebaev. ¿Cree que está en el podio de los mejores jugadores de la historia?
No soy objetivo en ese sentido (se ríe). Me parece un jugador integral. No vale solo con ser un grandísimo jugador en el campo, que lo era, era el líder, sino que, además, ha sido un jugador que ha creado tendencia y creo que es un ejemplo en todos los sentidos. Ha sido uno de los mejores cuando sale de sus orígenes en Rusia, llega a España y sigue siéndolo. Por supuesto que está en el Top 3 de mejores jugadores de la historia. Pero hay muchos. A veces, es complicado comparar jugadores de campo con porteros, siempre es una derivada compleja de evaluar.
- Su trayectoria le precede. Son 31 años de carrera, 29 en Asobal, infinidad de récords y, en definitiva, una carrera de leyenda. Sin embargo, todo tiene un origen y un por qué. Usted jugaba al baloncesto. ¿Por qué ha acabado siendo uno de los mejores porteros de la historia?
Hay una persona y un nombre propio que fue el responsable de que yo sea portero y haya llegado a donde he llegado. El primero que me transmitió la pasión por este deporte, que fue Ernesto Enríquez, mi primer entrenador junto con Guillermo Suor Díaz, que, de alguna manera, vieron que yo tenía ciertas condiciones y que podían pulir un pedrusco, que es lo que era yo en aquel momento. Que te transmitan la pasión es muy importante. En España tenemos un lujo de entrenadores y formadores y, gracias a ellos, hemos hecho muchos balonmano, y hemos podido llegar a donde hemos llegado gracias a esa pasión que vivían cada minuto. Y Ernesto Enríquez, que el COVID nos lo quitó, ha sido vital para mí, para que yo haya llegado donde he llegado.
- Durante todos estos años habrá vivido infinidad de momentos felices. Conquistando ligas, Champions... ¿podría quedarse con un momento como el más especial?
Es complicado. Por resumir, ese campeonato de Túnez 2005 resume perfectamente lo que éramos como deportistas, lo que era la selección española, su ambiente, el colectivo... lo que supuso para España ser por primera vez campeones del mundo y la relevancia que tuvimos. Ese momento es clave, esa final de enero de 2005, cuando conseguimos ese primer mundial para España y provocó que muchos de los que estábamos en ese momento acabáramos en el HOF.
- Ha ganado mucho en España con equipazos de la magnitud del Atlético de Madrid, el BM Ciudad Real, Portland San Antonio... pero nunca jugó en el Barça. ¿Es una espinita en su envidiable historial?
Bueno, pfff (resopla). Hoy en día, en el marketing, se habla del elemento diferenciador. Y, posiblemente, el no haber jugado en el Barça, siendo de los jugadores con más internacionalidades, lo es. Si miras la lista de los jugadores con más internacionalidades, tienes que ir muy abajo para encontrar a uno que no haya jugado en el Barcelona. En ese sentido, puede ser un elemento diferenciador. Obviamente, me hubiera gustado jugar en el Barça porque es uno de los equipos con más historia en el balonmano nacional e internacional y es lógico que todo el mundo quiera estar ahí. Sin embargo, las circunstancias no se han dado. He tenido la oportunidad de hacerlo en otros equipos y conseguir títulos sin estar en el Barça, que, a veces, también es un reto. Ya es difícil volver atrás. Hubo un pequeño amago de haber ido al Barça, pero, finalmente, no fue así.
- ¿Cuándo fue este casi fichaje por el Barcelona?
Hace tiempo, sí. El siglo anterior (se ríe). Hubo acercamientos cuando estábamos moviéndonos de un equipo a otro y sí que hubo alguna posibilidad. Pero no llegó a cuajar u otro club fue más rápido que, al final, en el mundo de los fichajes, los timings son siempre delicados.
- Hablando del Barça, son ya muchos años en los que no tiene quien le tosa en la Liga Asobal. ¿Qué le parece a usted, como Presidente de la Federación Madrileña de Balonmano (FBM) la nula competencia por el título de liga con este dominio aplastante del Barça?
Ahora mismo, es un tema puramente económico. El deporte de alta competición requiere una inversión importante y, en un país como el nuestro que ha sufrido diferentes circunstancias como crisis o inflación, el hecho de que no haya tantos recursos o no seamos capaces de atraerlos a nuestro deporte, hace que los jugadores vayan a buscar mejores contratos, y es lícito. Son profesionales. A todos los españoles que están jugando fuera les encantaría jugar aquí, y lo sé de buena tinta. Pero, el hecho de que los mejores momentos de tu vida deportiva, sean también los mejores para buscar los mejores recursos posibles, hace que emigren. El deporte profesional también emigra, no solo otros sectores. Y, en este sentido, la economía es la que manda y, en nuestroi deporte está bien, está saneada pero no tiene las cifras e las que se mueven otras ligas.
- Esta nula competencia, no obstante, no perjudica al Barcelona para competir en Europa. Ya están en una nueva Final Four, se enfrentará al Kiel en semifinales. ¿Lo ve con opciones de volver a ganar la Champions?
Por supuesto. Tiene un equipo muy competitivo. Han hecho esfuerzos para mantener la plantilla. El Barça también ha sufrido en la parte económica, no solo en la sección de balonmano, como bien es conocido. Ha conseguido mantener un equipo que compite contra el resto de plantillas europeas de balonmano que son muy fuertes, pero ha hecho un gran trabajo en ese sentido y tiene muchas papeletas para triunfar en la Final Four. No va a ser fácil porque los otros tres están peleando por lo mismo con presupuestos importantes, pero tiene plantilla para conseguirlo y tendría mucho mérito.
- Una plantilla en la que el año que viene no estará Gonzalo Pérez de Vargas, portero ‘Top Mundial’. ¿Qué significa Pérez de Vargas para el balonmano español? ¿Cree que su baja se va a notar en el Barça?
Gonzalo va a tener la suerte de disfrutar la experiencia extranjera. Jugar en el extranjero ayuda mucho a los deportistas. Evidentemente, aunque Gonzalo deje de estar en un espacio de comfort como es el Barcelona y tenga que salir fuera, a nadie le gusta perder esas opciones. Es importante para un deportista probar experiencias nuevas y el vivir lo que sucede en otros países y él va a salir de su zona de comfort. Pero creo que va a ser bueno para él y no tan bueno para el Barcelona. Se va a quedar con Emil Nielsen, así que tampoco es que deje coja la portería, pero, en una competición tan exigente como es la Champions, el no tener dos porteros del máximo nivel puede ser determinante. Veremos a quién traen para sustituir a Gonzalo. Son elecciones y, a veces, marcan lor rumbos de las plantillas.
- Donde si vamos a poder disfrutar de Gonzalo es con los Hispanos. Ganaron a Serbia en el partido de ida. La vuelta, este domingo. ¿Qué debe tener en cuenta la Selección?
Es importante, sobre todo, seguir estando arriba y conseguir éxitos, que como todo el mundo sabe no es nada fácil para la selección española. También, el renovar la plantilla de una selección es bastante complejo, pero es muy importante.
- Coincide con el Madrid Bayern. Es usted colchonero. ¿Qué partido verá usted?
Obviamente, voy a ver el balonmano (se ríe). Además, soy del Atleti, con lo cual... me lo has puesto en bandeja (se ríe).
- ¿Cuál fue su referente para ser portero de balonmano?
En su momento, Lorenzo Rico era un referente por lo que me contaban, por lo que veía y porque era lo que más cerca tenía de casa. Además, era el portero de la Selección española. Todo el mundo quería ser como Lorenzo y aspiraba a estar en el mismo lugar que él. Luego fuimos viendo otros porteros extranjeros con otros estilos como Matt Olson, Svenson, que fue de los primeros jóvenes que llegaron a España que habían triunfado ya en las categorías junior y era una refeerencia para nosotros. También estaban los yugoslavos, que tenían un estilo bastante diferenciador. Al final, veíamos un poco de todo y nos empapábamos de todos los porteros que más destacaban a nivel internacional e intentabas copiarles. Ahora hay mucho entrenador de porteros, mucha imagen, mucho vídeo y muchas maneras de aprender de otros lugares, por muy lejos que estén y cambia mucho la forma de aprender y, sobre todo, anaizar dónde puedes mejorar. Por eso, la evolución en el aprendizaje es mucho más rápida ahora.
- Uno de los mejores porteros de la historia del balonmano es Arpad Sterbik, que hace poco tuvo un infarto, aunque está fuera de peligro, afotunadamente. ¿Cómo le sentó esta noticia?
Hemos convivido mucho Arpad y yo. Ha habido años en los que hemos dormido más veces juntos que con nuestras mujeres y siempre ha sido un hombre muy empático, muy cariñoso y hemos tenido una relación muy estrecha y, cuando me enteré de lo que le pasó esperas que no sea muy grave. Sí que es cierto que los deportistas, cuando dejamos de jugar, si hemos apretado demasiado los dientes y forzado demasiado la máquina, a veces puede suponer ciertos achaques en el futuro. Forzamos demasiado el motor y puede provocar consecuencias a posteriori. Pero bueno, Arpad está bien, ha salido de peligro, eso es lo más importante. Tiene buena salud y ya, poco a poco, va avanzando y lo mejor para él y su familia es que siga en esta línea. Todos lo deseamos. Es la vida misma, tener salud.
- Lo que también forma parte de la vida son los fracasos y las decepciones, en su caso brillan por su casi completa ausencia, sobre todo en el ámbito deportivo. Aún así, ¿recuerda algún momento en el que sintiera que fracasó pero que, a la larga, le hizo más fuerte?
Tuvimos una oportunidad, yo creo que la única que hemos tenido, en mi caso, de poder estar en la final olímpica, donde tuvimos la culpa muchos, yo el primero, pero no conseguimos pasar en los JJ.OO. de Pekín a la final. Perdimos contra Islandia, donde tuvimos muchas opciones de haberlo conseguido, pero no pudo ser. Lo pasamos muy mal. Fue un día muy negro (lo repite hasta cuatro veces), pero, afortunadamente, a los dos días lo conseguimos arreglar un poquito consiguiendo la medalla de bronce contra Croacia. Con lo cual, fueron días muy malos, pero lo arreglamos. Y hemos aprendido mucho de ello. En el deporte aprendemos todos los días, sobre todo, a no relajarte, a no confiarte, a no creer que el rival es peor y menospreciarlo... muchas cosas que luego tienes que aplicar en la vida misma. También el tener empatía con el resto y un montón de valores que el deporte te enseña y, sin darte cuenta, cada día tienes una lección de vida.
- ¿Cómo se logra cambiar el chip en dos días?
Se consigue intentando ser el más ágil en quitate lo malo. Yo creo que ahí el grupo fue muy bueno en cuestión de unión, en decir ‘Vamos a pelear por lo que nos queda, no tenemos nada que perder y mucho que ganar’. Y, en ese sentido, España siempre estuvo bastante bien. Hemos sabido quitarnos lo negativo rápidamente, hemos sido piña y hemos conseguido salir de momentos difíciles como aquel de Pekín. Creo que ese es el objetivo. Lo pasado, pasado está y hay que mirar hacia delante, hayas cometido los errores que hayas cometido, asumirlos y arreglar lo que esté en tu mano.
- ¿Esto que usted dice sobre seguir hacia delante es su filosofía de vida?
Sí. La vida te pone un camino y si tuvo que pasar eso, pasó por algo. Lo más importante es mirar hacia delante, de nada sirve mirar hacia atrás. No soy de los que piensa que lo que hecho me va a mantener, sino que hay que aprovecharse del aprendizaje que he tenido durante ese tiempo y mejorar cada día.
- ¿Qué pensó cuando dijo adiós al balonmano como jugador profesional?
Tenía muy claras las cosas. No quería anticiparlo. No dije nada. Sabía que iba a ser mi último partido, sabía cuándo iba a ser, pero no lo dije hasta que no había pasado. No quería acabar, así que no hice nada especial para que fuera como si no hubiera acabado, sin nada especial para anunciarlo y contarlo.Son momentos tristes porque acaban cosas, pero empiezan otras. Hay que pensar más en lo bueno que empieza que en lo malo que acaba.
- Si aún quiere seguir jugando, en el Balonmano Torrejón podría tener hueco de portero (en tono jocoso).
Siendo presidente de la federación está complicado porque sería partidista (se ríe).
- Es, como dice, Presidente de la Federación Madrileña de Balonmano, además de tener su propia empresa. ¿Dispone de tiempo libre?
Sí, voy haciendo mis cosas. Es verdad que tengo bastantes frentes abiertos. Tengo mi propia empresa en la que hago un poquito de todo. Es la vida del deportista. Somos personas que tenemos una cierta vocación de servicio y nos cuesta decir que no cuando nos piden algo. Eso nos condiciona y hace que nos metamos en muchos charcos. Esto es algo que he interiorizado. Lo hablaba con otro deportista y no soy el único, también le pasa a los demás.
- Me voy a centrar en su papel como presidente. Me consta en primera persona, porque yo jugué al balonmano escolar, que usted está muy cerca de la formación de los jóvenes y en el desarrollo del balonmano en las escuelas.
Mi objetivo, y se lo digo siempre, es que jueguen al balonmano con pasión porque les guste y lo disfruten con sus amigos. El resto, son motivaciones, son sueños como soñar con jugar unos JJ.OO o en un equipo Asobal, pero lo más importante es el día a día, compartir momentos y disfrutarlos. Esa pasión que yo tengo, intento trasladarla y transmitirla, y a veces es difícil porque tienes que estar cerca, y tener un puesto directivo me aleja de estar en el día a día en el patio. Pero sí que es verdad que esa es una parte en la que más creo y de la de donde salen los verdaderos profesionales. Nadie nace profesional, la gente se hace y se darán cuenta de que pueden serlo, a lo mejor, con 17 o 18 años.
- Ha conseguido todo lo que la mayoría solo sueña. ¿Tiene alguna meta por cumplir como, por ejemplo, ser presidente de la Federación Española de Balonmano (RFEB)?
Yo soy muy de lo que vaya surgiendo, con lo cual, ahora mismo no tengo metas a medio plazo. Mi objetivo es seguir de presidente de la Federación Madrileña, de seguir con mi actividad empresarial. Más allá de eso, no tengo objetivos a largo plazo. Sobre todo, hoy en día, en este mundo donde vivimos pensar más allá de un año es demasiado, quizás.
- Esta semana se le ha entregado a Carolina Marín el Premio Princesa de Asturias de los Deportes. ¿Cuándo le toca a usted?
Yo creo que ya estoy fuera del circuito (se ríe). No sé, yo estaría encantado de que alguien pensara en mí, pero son palabras mayores.
- Para terminar, ¿podría hacer un ‘7′ ideal histórico?
Es complicado, no sabría decirte. Son tantos los amigos y los jugadores con los que he convivido, que hacer un 7 ideal tendría que poner tres por puesto y los tres equipos serían buenos. Si me permites, ese es mi 7 ideal.
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