Un milagro mundial
Los Hispanos derrotan a Noruega forzando una primera prórroga imposible y en la última acción del segundo tiempo extra Pérez de Vargas evita ir a los penaltis.
España vuelve a estar en las semifinales de un Mundial. La quinta consecutiva (viernes, 18:00, Dinamarca) , y las cuatro anteriores acabaron con medallas. Hoy, frente a Noruega, además, los Hispanos han demostrado esa singularidad extra que tiene este equipo: cree en sí mismo, no se rinde, piensa que puede, sabe que los milagros existen. A falta de treinta segundos, Noruega ganaba (24-25), se pasaba el balón dejando correr el tiempo, y sin atacar cayó en pasivo: cuatro segundos por delante, y empata Dani Dujshebaev (25-25) para ir a la prórroga.
Tiempo extra. Diez minutos más. Igualdad. Ninguno se escapa. España jugando con dos pivotes y sólo con dos laterales (novedad en el Mundial). Otro final agónico. 29-29. Diez minutos más. Mantiene la estrategia Ribera, los dos Dujsheabev en la pista, luego también un enorme Cañellas, y siempre un Ángel Fernández letal en su extremo: balón que le llega, siempre es tanto. Ninguno se escapa. Sagosen, la estrella noruega, bien controlada por la defensa, con Peciña contactando con Maqueda duro, con Guardiola bloqueador, con Miguel Sánchez-Migallón dinámico, nunca fue protagonista: asistió, sí, pero ansía el gol, no lo aportó. El caso es que Álex Dujshebaev ya para entonces soportaba al ataque español, mandaba en el juego hispano, marcaba la jugada para asistir a todos, a un gran Figueras, a un enorme Serdio. Pero el último balón le llegó a su hermano Dani. Gol: 35-34.
Noruega tenía el último ataque, casi medio minuto para empatar. Volvió a su velocidad de crucero. Por el centro imposible, así que balón al extremo, a Bjornsen, infalible, con nueve goles sin fallo. Saltó, voló y Gonzalo Pérez de Vargas esta vez le detuvo el lanzamiento a cuatro segundos del final. Apareció el portero de España para obrar la última parte del milagro: parar un lanzamiento al que era el jugador más seguro y eficaz de los noruegos. Punto final: 35-34. La historia continúa porque Noruega confiaba en el cambio de tendencia tras 17 derrotas seguidas ante los Hispanos: ganó en el Europeo, una derrota insignificante. Hoy era el día de ratificarla, pero no supo, y eso que los españoles se dejaron goles de penalti, quizá la única pega que poner al bloque. Tendrá que rumiar la derrota y, una vez más, ver como los jugadores del sur salen a flote en cualquier circunstancia.